Muchas son las películas que tratan el tema de los conflictos bélicos que vivimos actualmente o que se asemejan a los recientes acontecimientos irremediablemente, siendo difícil que se nos cuenten algo original o distinto. La más reciente 13 Horas: Los Soldados Secretos de Bengasi del Sr. Michael Bay a la que su desmesurada ambición acaba tanto con el ritmo como con la historia que nos quiere contar, dejándonos en terreno vendido. Todo lo contrario ocurre aquí donde una perfecta obra de relojería se va desenmarañando para ofrecernos un excelente thriller en el que la tensión y la emoción nos va ganando a pasos agigantados, consiguiendo un producto final de lo más digno visto hasta ahora.
Al frente de este reparto algo coral se sitúa a la cabeza
la estrella del film, la gran Helen Mirren, acostumbrados ya a su buen hacer
tanto en drama como en acción, esta no es una de sus mejores actuaciones ya
que ese reparto coral y la propia historia le restan la mayor parte del protagonismo pero eso en Mirren ya es mucho.
Le sigue el recientemente desaparecido actor inglés Alan Rickman en lo que
seguramente fue su último film serio, regalandonos todo un recital. A este equipo
sincronizado que va desde una base militar en Las Vegas hasta otra en Somalia
pasando por Singapur en el que un sinfín de trabas políticas, morales y
administrativas irán interponiéndose en el futuro de unos habitantes de una
pequeña aldea somalí, encontrándonos de nuevo allí al actor nativo Barkhad Abdi que ya
interpreto de manera brillante, consiguiendo nominación frente a Tom Hanks por
el pirata somalí de la no menos magnífica Capitan Phillips de Greengrass,
haciendo un buen trabajo de calle, esencial para que la trama continúe. Por
ultimo, otro de los rostros conocidos es el de Aaron Paul que nos brinda una
contenida y emocionante visión del conflicto, pilotando en la distancia el dron
que sobrevuela el territorio somalí en cuestión, poniendo la nota moral
necesaria en esta encrucijada.
La trama recuerda mucho a la excelente serie Homeland que
los fans, entre los que me encuentro, encontrarán puntos en común ya que tiene
ese estilo que ya marcó y sigue marcando esta serie de espías con tramas tan
actuales que a veces la realidad supera la ficción adelantandose incluso, y para los que no, pues van a
encontrar una cinta de puro entretenimiento contenido y cocinado a fuego lento
que finalmente explota en las narices de todos, planteándonos muchos
interrogantes y haciéndonos reflexionar por un instante. Algunos encuentren también
semejanzas con el clásico 12 Hombres Sin Piedad de Lumet que si realmente
puede llegar a parecerse ante las indecisiones que presenta haciéndose
replantear la estrategia varias veces a lo largo del film al igual que aquellos 12 hombres del jurado.
El director Gavin Hood que ya nos sorprendió ganado el Oscar
en 2005 con Totsi y que luego firmaría la desastrosa Los Juegos del Ender parece que nos entrega su mejor film con una dirección constante y una
narrativa intrigante manteniendo la tensión hasta el mismísimo final donde acaba destrozandote. El montaje es virtuoso y se apoya también con una cuidada fotografía (Thor,
Cenicienta) en distintos escenarios jugando magistrálmente con la luz, y la BSO remata este interesante
film con unas potentes y asfixiantes melodías.
NOTA PERSONAL: 7,5 *** Buena