domingo, 8 de julio de 2018

KING LEAR (2018) TV



Muchas han sido las adaptaciones tanto cinematográficas como teatrales de la obra del dramaturgo más universal de Inglaterra, William Shakespeare , teniéndolas para todos los gustos desde las más clásicas con actores y directores reconocidos hasta las mas bizarras en esa interpretación de sus obras pero con un elemento común y trasgresor que las hacen tan actuales, siendo sus escenarios los que varían tanto de época como de situación.

En concreto esta obra ha visto en pantalla adaptaciones desde las mudas a principios del S. XX a las más hollywoodienses como una del maestro Mankiezwicz un año antes de su Eva al Desnudo y bajo el titulo Odio Entre Hermanos, a la versión japonesa del clásico con otro maestro, Kurosawa y su película Ran, incluso El Padrino III de Coppola que dicen está inspirado en esta obra. Nombres tan relevantes como Laurence Olivier (1983), Orson Welles (1953), Ian McKellen (2008) todas ellas para televisión, encarnaron este personaje que ahora nos llega con un reparto espectacular encabezado por Sir Anthony Hopkins y acompañado por dos maravillosas actrices Emma Thompson y la más versátil de todas que viene de realizar otro clásico de la literatura y el cine como Mujercitas (disponible en el blog), la inigualable actriz Emily Watson.


Otra vez una producción de la BBC nos trae una revisión del clásico en la que prima su nivel interpretativo frente a la vistosidad y nos sitúa en una época actual donde el Rey Lear divide su reino en territorios entre sus tres hijas. El espíritu shakesperiano está muy presente no llegando a cansar pero si puede lastrar el relato aunque todo ello está suplido con creces con las espectaculares interpretaciones de su gran elenco. Empezando por el genial Anthony en el papel de Rey Lear que aunque monopoliza el protagonismo no llega a saturar por la gran labor del actor que va desde la perdida de la cordura a la más sumisa de las situaciones provocada por las dos hijas mayores, Goneril y Regan, Emma Thompson, con la que vuelve a coincidir Hopkins tras aquella maravilla Lo Que Queda del Día, una de las mejores interpretaciones de sus carreras, y Emily Watson, con la que trabaja por segunda vez y con el mismo director de esta, junto a otro de los actores que ya interpretó este papel, Ian McKellen en El Ayuda de Cámara de 2015.


Ambas, una vez recibidos sus territorios con sibilinas formas hacia el padre, se atrincheran en sus territorios y provocarán la ira del padre en las que confió, siendo Cordelia, la más sincera y natural, la que fue desterrada para casarse con el Rey de Francia. Emma está especialmente dura y concisa en su discurso, no se le puede poner pega alguna, ni roza el histrionismo y su elegancia va en consonancia con su personaje. Mientras que Emily parece la más dulce y acaba siendo la más despiadada con su padre llevada por la pasión enfermiza que tiene con su marido, el Conde de Cronwell, interpretado por Tobias Menzies (The Terror también disponible en el blog) al que sigue ciegamente al igual que a su hermana en detrimento del padre.


Emily consigue con su dulce voz ser la más seductora pero cuando le tocan lo suyo se vuelve una fiera, cambiando de registro de forma sorprendente y con tremenda facilidad, algo que solo puede hacer la actriz de Rompiendo las Olas. Si bien sus papeles no son extensos si son muy intensos y sus escenas para recordar, las mejores de toda la cinta.

Secundan un genial Jim Broadbent como Conde de Gloucester que sufrirá la traición de su hijo bastardo ávido de poder en una típica trama shakesperiana que siempre aparecen en sus tragicomedias, pagando su lealtad hacia el Rey, siendo finalmente redimido por otro de sus hijos, Edgar, al que da vida el actor irlandés Andrew Scott (Pride) de forma notable, hacia el final de la cinta que como todos ya sabemos acaba de manera trágica.


La narrativa no resulta espesa viniendo del mundo shakespeare y es que su director Richard Eyre (Diario de un Escándalo) prioriza las actuaciones muy teatrales de los personajes frente a la espectacularidad de los planos y la producción que si bien es perfecta, no sobresale como en otras producciones de similar corte (Branagh), dando rienda suelta a las bestias interpretativas para que hagan su papel, el cual lo bordan, desde el primero hasta el último, resaltando por encima incluso del texto, que hacia su parte final se vuelve más confuso, y de la propia producción siendo un producto más enriquecedor para el espectador que satisfactorio, ya que estos actores están a un nivel superlativo y afrontan este reto, con el que algunos ya habían coqueteando antes, de manera impecable, es más, las actrices tanto Emma como Emily ofrecen un tour de force excepcional al veterano Anthony Hopkins, superándolo con nota alta, no siendo de extrañar verlos nominados en los próximos BAFTA.

Nada más que decir, un gran ejercicio para disfrutar de este elenco en todo su brillo y esplendor y deleitarnos con un título clásico ante tanta oferta veraniega de poco calado y poco nivel artístico, sentando la mar de bien. Un soplo de aire fresco que con Shakespeare ya es decir...


NOTA PERSONAL: 8 **** NOTABLE