martes, 26 de diciembre de 2017

ORANGES AND SUNSHINE (2010)

Película inglesa poco conocida y no por su propio valor ni por sus magníficos actores, ni tan si quiera por su director Jim Loach, hijo su papa Ken, o su personal historia basada en hechos reales tan conmovedora como desgarradora. Los hechos se remontan a mediados del siglo XX con una serie de niños obligados por el imperio británico ha abandonar sus hogares desestructurados para embarcarse hacia el continente de la Commonwealth y antigua colonia británica de Australia, conocida por ser repoblada por presos, ladrones y asesinos, limpiando así y vaciando el país de aquello que resultaba incomodo o indeseable. Niños y niñas engañados en los que les prometían una nueva tierra llena de naranjas y sol brillante, de ahí el titulo del film.

Pasados unos años una trabajadora social entra en contacto con una serie de personas que buscan o bien a hermanos que fueron separados o a hijos que en su día tuvieron que desprenderse forzadamente por la vergüenza social de ser hijos no deseados. Esta trabajadora social no es otra que la estupenda actriz Emily Watson, en un papel cercano físicamente al de la miniserie Appropriate Adult (disponible en el blog) también basado en hechos reales. Su interpretación aquí se diferencia de la otra en que resulta más cariñosamente inocente y la evolución de su personaje resulta toda una proeza interpretativa, pasando por el miedo y la ansiedad hasta la fuerza y la valentía de su escena final, brillante.



A la bella y serena actriz británica le acompañan dos rostros conocidos, los actores australianos Hugo Weaving (Priscilla, Matrix) y David Wenham (Moulin Rouge), encarnando a dos de esos niños que en sus vidas actuales triunfan y parecen ser felices pero al enterarse del caso que lleva a cabo esta trabajadora contactan con ella para intentar encontrar a sus madres. No en vano, tanto Emily como Hugo consiguieron nominación en el 2011 en los importantes Satellite Awards como mejor actriz y mejor secundario, lastima que no se mateliarizaran en los Oscars.

En este punto la cinta recuerda muchisimo a la también británica cinta nominada a los Oscars en 2013 de Stephen Fears con una Judi Dench estratosférica, Philomena, cuya temática es similar. Puede que su tono más cercano al documental de investigación le quita sensacionalismo al tema y se agradece aunque lastre un poco el ritmo del film pero la intención del director parece clara al intentar abordar el problema desde un punto de vista apartado del felefilm común.



Quizás se desmarca de esta por el diferente enfoque de cada director que nos introduce en el mundo de la búsqueda con el componente dramático que conlleva, especialmente en una escena donde el personaje de Hugo conoce el destino de su madre junto a su hermana, inevitable no estremecerse, transcurriendo todo dentro del campo de la investigación y el drama familiar de cada caso que vamos conociendo para al final asestarnos un golpe en todo el corazón con la revelación de una información que lo cambiara todo tomando otro rumbo y dándonos la vuelta a todo con esa escena final, enfrentada nuestra protagonista a aquellos que se hicieron cargo de esos pequeños, se nos congelará la sangre y arrugara el corazón.



Brillante ese giro final que la convierte en un notable film que pasó desapercibido para pena de muchos ya que es un documento histórico y social que merece ser conocido y que cinematograficamente se agradece descubrir pequeñas producciones que se convierten en grandes tras su visionado. y que desde aquí agradezco a esa persona que me las va recomendando y descubriendo al mismo tiempo.

La maestría del film radica en que los actores están al servicio de la historia que es la verdadera protagonista, muy bien dirigidos por el joven Loach para de manera fina y pulcra ir desgranando todo este drama social que evoluciona y crece durante el film para finalmente convertirse en el eje central de todo y sin caer en sentimentalismos baratos ni oportunismos amarillistas en los que es tan fácil caer, dejando el retrato puro y duro sin hacer ninguna floritura, tal cual, cara a cara y con unas frases lapidarias demoledoras que desmontan a cualquiera. Soberbio.



Por ultimo, destacar algo de música, básico para mi en cine y en mi vida, donde sonara una de mis canciones favoritas de siempre el Wild World de Cat Stevens que es todo un himno y que tararean a dúo la hermosa Emily el el atractivo David cuando suena en la radio de su coche, en el único momento de alegría y vitalidad dentro de  este terrible drama. Os dejo con ella y con el trailer hasta la próxima reseña de esta portentosa actriz a la cual voy descubriendo día a día.



NOTA PERSONAL: 8 **** NOTABLE