jueves, 31 de mayo de 2018

COBRA KAI (2018) SERIE

















Muchos crecimos con las películas de los 80 que marcaron todo una época y una post cultura pop que sigue durando pasados ya más de 30 años y es que aquel cine, en parte inocente y con valores de respeto y sinceridad, parece perdurar en el tiempo.

Muchos han sido también los remakes y secuelas que debido a la creciente demanda de estas ochenteras cintas, ahora es el turno de una la más famosas por sus icónicos personajes: El profesor Miyagi, Pat Morita, ya fallecido y que consiguió una nominación como secundario en los Oscars de 1984 con aquel mítico ya dar cera y pulir cera o un joven Ralph Macchio con el que todos nos sentíamos identificados y su famosa e inolvidable golpe de la grulla




Cobra Kai es la continuación de la saga de Karate Kid de la que ya tenemos 3 partes, una versión femenina con el propio Pat Morita y una joven Hilary Swank (Million Dollar Babby) en el papel de Ralph, hasta un remake con el inefable hijo de Will Smith, pero ahora a modo de serie nos llega esta unos años después con los mismos personajes de entonces y podría resultar de lo más casposo dicho regreso pasados esos años pero que resulta todo lo contrario, todo un aliciente ver de nuevo a estos presonajes y su evolución son de lo mas estimulante y si entonces el protagonista fue el bueno de Ralph Macchio ahora es la visión del fracasado en la vida rival componente del equipo de los Cobras, que recoge el título de la serie, para ofrecernos la misma versión pero actualizada a los nuevos tiempos, con un humor ágil, riéndose de si misma y de los tópicos de los 80´s que se entremezclan perfectamente con las nuevas inquietudes y tecnologías emergentes entre los jóvenes de ahora.




Su tono como he dicho es muy ágil y gira las tornas de sus personajes, siendo ahora Daniel Larusso un empresario de éxito con sus concesionarios de coches, convertido en estrella local de este emporio, con todo lo que cualquiera desearía tener pasados los años. En frente un acabado Jeff Boyes que acepta trabajos de mantenimiento de lo más humillantes para ir tirando y sobreviviendo a duras penas entre cervezas y pizzas resecas.

Las casualidades y destinos de las personas hacen que estos dos archienemigos vuelvan a verse las caras y que un joven mexicano sea ahora la víctima y burla del instituto y su protector el rival de Larusso, convirtiéndose en su mentor y abriendo un gimnasio donde la Cobra volverá a reinar tras años de decadencia, y la hija de Macchio la chica en disputa, dejando a nuestro héroe de adolescencia con bandana incluida y kimono blanco con un atuendo de lo más aburrido, enfundado en un traje gris que lo hace muy ridículo, dándole al malvado de entonces en la película toda la gloria que merece pasados los años, convirtiéndose en el nuevo abanderado de aquellos valores perdidos y empatizando con el más débil ahora, Jeff Boyes.




A parte de su fluidez y vintage ochentero lo más chocante es volver a ver a los mismos actores que no tuvieron ya más éxitos tras el papel de sus vidas, retomando su interpretación y viendo como les han sentado los años a cada uno de ellos, algo también que resulta de lo más chistoso. La iniciativa parte de el canal Youtube en lo que es una plataforma de series llamada RED y consta de 10 episodios de 30 minutos, sabiendo de una renovación para una 2º temporada en 2019 tras el éxito en que se ha convertido.

La Banda Sonora también es otro aliciente, junto a imágenes del original de 1984 que se combinan con especial gusto, cargada de temas de los 80´s de bandas roqueras como Poison, Foreigner o The Alan Parson Project con la que os dejo junto con el trailer para disfrutar otra vez de aquellos maravillosos años, LOS 80´S...




NOTA PROVISIONAL: 7,5 *** BUENA

jueves, 17 de mayo de 2018

LAS ESTRELLAS DE CINE NO MUEREN EN LIVERPOOL (2017)


Curioso y significativo título que nos llega demasiado tarde pero que es una delicia para los amantes del cine clásico ya que cuenta los últimos días de una estrella del star system de la época, ganadora de un Oscar como secundaria en la obra maestra de Minnelli Cautivos del Mal de 1952 y que nunca olvidaremos por su enigmática belleza y forma de actuar siempre encarnando a femme fatale del cine, la maravillosa Gloria Grahame.

La historia se desarrolla entre 1979 y 1981 en la ciudad de Liverpool y Londres, donde ella acude para una audición para una obra de teatro y allí conocerá a un joven actor, Peter Turner, de 28 años iniciando un sonado romance con él casi 30 años mayor. Basada en el libro del propio actor que hace un pequeño cameo en la cinta, nos cuenta una historia tierna y romántica, nada pastelona, y fascinante por ese morbo de ver a las grandes estrellas en bata de estar por casa y en las distancias cortas pero sobretodo el merito aquí lo tiene Anette Bening (Los Timadores) que ofrece una espectacular interpretación de la gran estrella copiando a la perfección su voz tímida y seductora, que físicamente, sobretodo por el peinado característico de ambas actrices, se asemejan.




El joven actor es el niño de Billy Elliot, Jamie Bell, ya crecido y que consigue aguantar el tipo ante uno de los mejores papeles de la Bening desde American Beauty, la química entre ambos es perfecta y el relato resulta de lo más curioso y encantador ya que al enterarse de un desvanecimiento de la actriz unos años después de dejar la relación y que iremos conociendo a través de pequeños saltos en el tiempo de manera muy original narrado, el joven actor la lleva a la casa materna en Liverpool donde convivirá sus últimos días con toda la familia, en especial con la madre otra gran actriz como es Julie Walters (Brooklyn), encarnando a esa comprensiva y responsable madre. También aparece la gran actriz inglesa Vanessa Redgrave (Expiación) como la madre de la actriz en una breve y poderosa escena.




La actriz acabó su exitosa carrera por culpa de un escándalo ya que su segundo esposo fue el director de Rebeldes Sin Causa, Nicholas Ray, con el que tuvo varios hijos pero llegaría a mantener un romance también muy sonado con el hijastro de temprana edad y que eso se resentiría en su carrera debido a lo escabroso en aquella época del affaire.

Diagnosticada de cáncer de mama hacía un  tiempo y que por esa vanidad de las estrellas no se trató como debía, volviendo a recaer agotando la llama de esta esplendida actriz con 57 años y que el director inglés Paul McGuigan (El Caso Slevin) hace de manera magistral con un emotivo y poético final a modo de homenaje en lo que fue el último día de la actriz y que hace referencia al título con el que hemos empezado esta reseña, el propio hijastro se la llevará en un avión donde a pocas horas de llegar al hospital moriría el mito y la actriz en octubre de 1981.





El final a modo de despedida es lo que redondea esta singular película que ha pasado desapercibida en premios pero que debió de estar presente siendo una de las agradables sorpresas de este año, quizás la Marilyn de Williams le hace un flaco favor ya que muchos la comparan, para mi gusto, mucho mejor esta y más dentro de un cine independiente, alejada del encartonamiento de las grandes producciones como lo es Mi Semana con Marilyn.

Bening no fue ni considerada como mejor actriz en los Oscars, cuando era la que más sonaba al principio, solo apareció al final de la carrera y al ser un film inglés se coló entre las candidatas en los BAFTAs pero es una lastima haber olvidado esta magna interpretación que nos ofrece una de las actrices más versátiles de los últimos años y que como muchas otras como Close, Pfeiffer o Weaver que todavía no tienen ese Oscar y que ya merecían por anteriores trabajos pero el gran reconocimiento de momento les llega con su excelso trabajo, esperando tengan más papeles de este tipo y puedan darnos alegrías a aquellos que disfrutamos de este tipo de actuaciones tan redondas.




La Banda Sonora es otro agradable punto a favor con temas de finales de los 70 y principios de los 80, esos homenajes a Fiebre del Sabado Noche o la mismísima Alien que se estrenaban en 1979 cuando se desarrolla la acción, pero resaltaré la melodía que cada mañana escuchaba la gran Grahame con ese ritual propio de las actrices de su época donde ellas mismas y que ya pudimos ver en la magnifica miniserie Feud (disponible en el blog), cuya composición del personaje no consistía solo con el aprendizaje del texto sino también del mismo maquillaje y fisonomía del personaje, sonando en un cassette de la época la bella melodía de Sir Elthon John y que abre y casi cierra la cinta, llena de nostalgia y con ese sabor a tiempo ya pasado y caduco.

Os dejo con ese tema y otro que pudo colarse a Mejor Canción este año compuesta por Elvis Costello y que suena en los títulos de crédito finales.



NOTA PERSONAL: 8 **** NOTABLE