sábado, 11 de febrero de 2017

MULTIPLE/SPLIT (2016)


















Su inicio es tan Shyamalan que emociona y atrapa a partes iguales con esa atmósfera propia de El Sexto Sentido o Señales, cuyos planos son su juguete favorito y que nos regala cuando quiere, pareciendo volver a encontrar ese tono que lo caracteriza y que pareció perder, olvidado en alguna estación de tren o similar. Si algo tiene, es saber inquietar, con recursos a priori fáciles pero mecánicamente pensados y engarzados para desempolvar y desplegar en su parte final su mejor abanico de experiencias.



Múltiple se parece a muchas y a ninguna en particular, ese es su encanto, recordaremos fácilmente al verla la más reciente de todas, una magnífica película sobre secuestros y cautiverios forzados Calle Cloverfield 10 por analogías temáticas incluso visuales o al clásico del maestro William Wyler, El Coleccionista, uno de los primeros thrillers psicológicos de la historia del Cine allá por 1965. Sus 3 jóvenes protagonistas forman un tándem perfecto, desatacando especialmente una, que con sus miradas, gestos y texto capta la atención y la tensión del espectador, Anya Taylor Joy, que ya destacó en una de las películas más nombradas el año pasado en cine de terror y psicológico, La Bruja y en otra que este año parece que también funcionó y que todavía no he visto, Morgan, todas del mismo género. Gesticulada pero no molesta, aportando el contrapunto perfecto para el desatado James McAvoy que tiene que dar vida al enfermo psíquico de 23 personalidades y que resuelve con bastante solvencia ya que no es fácil reconocerlas en una misma persona, aportando los matices necesarios para lograr identificarlas. Podría cansar pero no lo hace.



El desarrollo narrativo es el habitual aunque siempre con la marca del director hindú, con unos planos muy hitchconianos (escaleras y cameos) y un ritmo que te va metiendo poco a poco con pequeñas píldoras que no saturan como ya lo hizo en la trillada y desafortunada para mi anterior película La Visita. Aquí el tono es distinto y como dije mucho más cercano y elaborado a los trabajos que lo encumbraron siendo uno de los directores más sugerentes del panorama actual y para algunos sucesor natural del maestro del suspense, Sir Alfred Hitchcock.



Así que su primera hora va sobre el intento de huir de las protagonistas y de descubrir las personalidades ocultas en este cuerpo, que una avispada doctora especialista en estos casos ya casi retirada y adorable viejita intentará desenmascarar y resolver el acertijo que encierra, interpretada maravillosamente por una veterana Betty Buckley, que ya trabajó con el director en la que es su última película buena para mi, El Incidente, y que los más cinéfilos recordaran por Gracias y Favores, Oscar para el gran actor Robert Duvall o por la profesora de Carrie del film homónimo de De Palma.

Su tramo final es especialmente brillante dejándonos todos los elementos de intriga y suspense tan inquietantes que no da respiro, creciendo la emoción necesaria y el no poder apartar ni por un segundo la mirada de la pantalla. No entiendo como no gusta el final que para mi es perfecto, ya que deja las pistas para resolver el misterio cual cebolla capa a capa desgranando todo el entramado en el que nos ha ido metido para establecer unas conclusiones lógicas y sencillas pero a la vez impactantes. Y no solo eso, para los fieles seguidores del director, la escena final lleva implícita una carga emocional, autoplagiandose o más bien haciendo un spin off de una de sus mejores películas con una aparicion estelar de altura, que solo al verlo me han entrado ganas de aplaudir. Bravo Shyamalan!!



Sobre los finales del director marca indiscutible de su cine y que personal y generalmente gustan tanto ya que golpean de sobremanera y que todos guardan un punto común y es esas migajas o pistas que va dejando durante el film para que los más avispados podamos descifrar o intuir por donde van los tiros y aun así te descoloca de tal forma que es gratificante su final resultado. Todas encierran un misterio lógico imprescindible para rematar la trama y que las hacen todavía más especiales desde El Sexto Sentido, advertido por el jovencito Haley Joel Osment y su mítica frase "En ocasiones veo muertos" a El Protegido, una fábula perfecta sobre superheroes reales, o el magnífico final-inico salvador de la humanidad de Señales muy alejado del manierismo e infantiloide final de una de las pelis del año, Arrival, chino cudeiro incluido, hasta el terrorífico y sencillo final de El Bosque que a nadie gusto y a mi me encanto o el naturista mensaje de El Incidente, pequeñas joyas que es imprescindible revisar y que tan faltos estamos en el cine actual. Este si que es el director que todos recordamos y que todavía no había vuelto, ahora si podemos decir: Wellcome, Master!!

Su BSO, en su tramo final concretamente, es perfecta tensionando la atmósfera a golpe de percusión y estridencia propios del género de suspense sino recordar al maestro de maestros en el tema Bernard Herrmann y su ya famosa escena de la ducha en Psicosis. Pero mejor dejaros con un tema más desenfadado y cargado de energía que anticipa la personalidad de la protagonista "Wildewoman" de Lucius una banda de indie pop de Brooklyn



NOTA PERSONAL: 8 **** NOTABLE