Moonlight en principio, no aporta nada nuevo al género que no se haya visto ya infinidad de ocasiones, es bastante conevncional tanto en su forma de presentarnos los personajes dividida en 3 espacios temporales con 3 actores encarnando el mismo protagonista en diferentes etapas de su vida, niñez, adolescencia y madurez, como por el tema que aborda en el que la exclusión social y marginal, en este caso, de una persona diferente a lo establecido sufre el vació y el acoso de los teóricamente más fuertes. Un niño en un ambiente difícil, con una madre yonqui y camello adopta una especial sensibilidad que lo diferencia del resto, interpretado magistralmente por el joven, siendo para mi la mejor de las interpretaciones y la única que no ha tenido reconocimiento, ya que sus miradas y silencios transmiten ese miedo e inseguridad hacia algo nuevo que le está pasando en su cuerpo y en su cabeza, que ni el mismo conoce pero teme por ese ambiente hostil en el que vive y por significar la exclusión social que representa.
Las segunda parte es la más convencional pero a la vez la más hermosa, en la que el despertar sexual/amoroso de la adolescencia hace presencia en el joven ya crecido e interpretado de manera soberbia y enérgica por este novel actor, en la que entra en juego la amistad y algo más con un compañero de instituto con el que conecta al instante, volviéndose una escena de lo más emotiva que recuerda mucho a lo vivido en Brokeback Mountain pero que, al mismo tiempo, esta escena convive junto a la más terrible y humillante de todas que vivirá nuestro protagonista y cuya reafirmaron resulta excitante y maravillosa aunque algo manida.
Por ultimo, la etapa de madurez, nuestro personaje cambia radicalmente en apariencia, endurecido por la vida y dedicado al mismo ambiente en el que fue criado pese a la especial protección de Juan cuando es niño, cuyo papel está nominado a mejor secundario y ha arrasado con todos los premios, cosa que no entiendo, pese a ser notable su trabajo, es tan corto que no me parece destacable. Todo cambiará cuando recibe una noche, una llamada de ese antiguo amor fugaz de adolescencia preguntando por el años más tarde. Este tramo esta dirigido de manera magistral, en concreto la escena del restaurante, donde vuelven a encontrarse, rodada de forma tan muy sensible y emocionante que desembocará en un valiente y anhelado final donde los viejos amigos se reencuentran siento lo mismo o quizás más fuerte.
A la cinta ya se le comparó como el Boyhood afroamericano y homosexual cosa que es factible aunque para mi tiene más merito Linklater en cuanto a técnica narrativa ya que empleo 12 años de rodaje en ella, lo que si le gana está es en corazón y emoción, sin desmerecerla. También opta a 8 nominaciones entra las que destacan dos que a mi gusto no son especialmente llamativas ni Naomi Harris está especialmente brillante más allá de 4 gritos que suelta al inicio y en su vejez 4 lágrimas fáciles, quedándome con la belleza tranquila de la sorpresa de este año, Janelle Monáe, encantadora también en Figuras Ocultas, ni la serena calma de Mahershala Ali me parece tan grandiosa siendo en muchas ocasiones eclipsado por la luz del jovencito Alex Hibbert que le roba todos los planos con su tierna mirada. También destacar los actores del ultimo tramo uno más conocido que el otro, Black, interpretado por Trevante Rhodes, bastante novel pero que mantiene la introspección del personaje que se desarrolla a lo largo de las 3 etapas de su vida, y su mejor amigo André Holland (Selma, The Knick, AHS 6), el más conocido, manteniendo ese desparpajo que hace de esta pareja una perfecta conexión que ya nadie podrá separar, siendo para mi las interpretaciones más destacables justo las que no han tenido mención junto a la del niño.
El guión, montaje y fotografía son aceptables y merecen la nominación pero no destacan de manera boyante y su BSO también nominada compuesta por Nicholas Britell un joven pianista y compositor que tiene gancho para esto de los Oscar ya que colaboró con Hans Zimmer en la oscarizada 12 Años de Esclavitud, produjo la opera prima y el corto del hombre del año Damien Chazelle, Whiplash, que también se coló en los Oscar al igual que The Big Short de la que si firmó su banda sonora. Creo que hay mejores bandas sonoras este año pero esta en particular acentúa su tono dramático y melancólico sin ser una brillante partitura en mi opinión. Acabo con el tema que suena en el restaurante y hace posible el reencuentro entre ellos, que es bastante significativo, "Hello Stranger" de Barbara Lewis, cantante de Rhythm & Blues que casualmente también fue utilizado un tema suyo "Baby I´m Yours" en una de las cintas más románticas jamas vista Los Puentes de Madison (1995).
