viernes, 26 de enero de 2018

ASESINATO EN EL ORIENT EXPRESS (2017)

Revisitar un clásico como lo es este y realizar un remake 43 años después es bastante arriesgado y más con lo que representa el film de Sidney Lumet, considerado el mejor film de una adaptación de la ilustre Agatha Christie. Para ello el director ingles Kenneth Branagh se rodea del mismo numero de estrellas que en su día su predecesora, encontrándonos con un elenco maravilloso y envidiable.

Comenzando por él mismo reservándose el papel del memorable y particular aunque en ocasiones irritante pero siempre efectivo como el filo de una navaja con la precisión suiza de un reloj Hércules Poirot con sus continuos trastornos obsesivos y que en su día interpretaría el oscarizado actor inglés Abert Finney (Erin Brockovich) consiguiendo una de las 6 nominaciones para el film en 1974 a Mejor Actor, no ofrece un inicio de cinta encomiable, su factura narrativa y estética en la misma Jerusalén frente al muro de las lamentaciones en un simpático y rápido caso que resuelve de manera magistral el detective más famoso de la literatura gracias a su especial astucia con unas vistas de postal maravillosas de la ciudad, inmejorable arranque.




Posteriormente se traslada la acción al ya conocido por todos, puesto que es de las obras más conocidas de la universal escritora inglesa reina del suspense Agatha Christie, al lujoso Orient Express, donde se alojan un sin fin de personajes en un espacio reducido y compartiendo más cosas en común que dicho espacio, donde uno de ellos aparecerá muerto. Branagh, como cabeza visible en el papel principal recurre a las estupendas y consagradas actrices como Judi Dench y Michelle Pfeiffer para dar vida respectivamente a la Princesa Dragomiroff y a Carolina Hubbard que en el original encarnaron Wendy Hiller y Lauren Bacall, perfectas ambas en su papel de ricachona aristócrata y de una presunta actriz entrada en años venida a menos.

Acompañando a la Princesa una Olivia Colman (El Infiltrado) como dama de compañía bajo las estrictas ordenes de su señora y que estuvo interpretada por la actriz inglesa Rachel Roberts, esposa del también actor británico Rex Harrison, que pese a su corto papel atrapa con su ingenua sencillez. Completan el reparto femenino una afeada Penélope Cruz en el papel de la misionera Pilar Estravos que en su día le valió su 3er Oscar a la gran Ingrid Bergman pero por encarnar a una sueca misionera de nombre Greta y que aquí Branagh varía, dejando el personaje nulo, puesto que los esfuerzos de la española no son suficientes.

Y por último el difícil papel de suplantar a otra de las grandes Vanessa Redgrave en el papel de profesora en las colonias británicas y que aquí le tocó a la joven promesa Daisy Ridley (Star Wars VII) y que si bien está arrebatadora, no llega a superar la clase de Vanessa, vacuo esfuerzo.




En cuanto al reparto masculino tenemos a la víctima Ratchet con un oscuro pasado que le pasará factura sin poder terminar su trayecto y que en la original interpretó en el eficaz actor Richard Widmark, para darle vida aquí y más bien poca el histriónico de Johnny Depp que afortunadamente muere a los pocos minutos de desarrollo. Seguimos por Willem Dafoe como el Coronel Hardman y el Doctor Arbuthnot que en su día lo interpretó el espía más famosos del Cine, el atractivo Sean Connery y que aquí se convierte en negro por el actor Leslie Odon Jr. (Smash).


Completando este extenso reparto Derek Jacobi (Yo, Claudio) que en el original representó el actor teatral John Gielgud y el orondo Josh Gad (La Bella y La Bestia) interpretando al abogado de Ratchet, McQueen y que en su día le dio vida el escuálido Anthony Perkins, como otro de los cambios significativos de esta nueva adaptación. Concluimos con el amigo de Poirot que trabaja en la compañía ferroviaria que encuentra por Estambúl
ofreciéndole viajar en el lujoso tren como invitado, dándole vida aquí Tom Bateman (Da Vinci´s Demons) y en la de 1974 el actror Martin Balsam (Todos Los Hombres del Presidente) y con una pareja de renombre en la versión de Lumet y que aquí brilla poco, los Condes Andrenyi que les dieron vida la bellisima Jacquelline Bisset y el actor británico de Cabaret Michael York y que aquí interpretan unos desconocidos Lucy Boynton y Sergei Polunin con más pena que gloria.




Quizás Branagh se mire demasiado el ombligo y resulte algo cargante siendo Lumet más ágil y resolutivo siendo su desarrollo algo pesado para lo ágil del relato de la reina del suspense pero a su favor hay que decir que la revolución del caso resulta de lo más conmovedora, triste y sanadora que hasta ahora no se había tratado y eso se debe al director de Los Amigos de Peter, con un tono bastante teatral algo en lo que él es especialista y con una partitura melancólica de Patrick Doyle (Sentido y Sensibilidad), habitual en la filmografía del director, redondean el producto final en una tierna y desgarradora historia. Para rematar con los títulos finales cantados por la propia Michelle Pfeiffer con su dulce y aterciopelada voz entonando la canción Never Forget You, nunca te olvidaremos, en clara referencia a la trama. Con ella, el rompedor tema de Imagine Dragons y el vigoroso inicio de este relato, termino.



NOTA PERSONAL: 7 *** BUENA