Su actuación aquí es muy introspectiva, muy similar a la de El Árbol de la Vida, en cuanto a la voz en off y los pensamientos más profundos del personaje, eso si, en escenarios completamente distintos ya que esta odisea transcurre en el espacio, un espacio que ya vimos en Interstellar pero de una manera más creíble y cercana sin perder toda la espectacularidad que ofrece la inmensidad del mismo, conseguido de manera brillante, siendo de justicia un merecido Oscar para la fotografía de Hoyte Van Hoytema que no solo consigue hacer realidad visitar Marte, La Luna o Júpiter sino que su realismo dentro de las naves se combina con unos juegos de luces cromaticos llenos de contrastes que hacen las delicias visuales de cualquiera quedando atrapado en ese mundo que nos invitan a explorar. Además, ya ha firmado algunas de las más hermosas fotografías de los últimos años desde Her a Interstellar, consiguiendo nominación, que no premio, con la excelente Dunkerque.
El acierto también es de la dirección de James Gray (Two Lovers) que siempre pausada, melancólica y sentimental sabe combinar perfectamente una aventura espacial de rescate y supervivencia extrema llena de tensión calma y de contenida adrenalina, con los sentimientos más profundos que el personaje evoca a modo de pensamientos íntimos en forma de voz en off , que decide embarcarse en una misión suicida desde La Tierra a Júpiter para intentar rescatar a su padre, varado y perdido, a la deriva y solo, en una expedición fallida sin saber bien el motivo de dicho fracaso un tanto obsesivo por su parte en la búsqueda de vida alienígena allende los confines de la galaxia, provocando en La Tierra un efecto destructivo que debe parar y en el que jugará un papel importante la psique del astronauta ante la infinita inmensidad del espacio y de como podría perder la razón por el sueño imposible y desmesurado del padre.
Sin pensarlo, acude a su rescate encontrándose con mil obstáculos hasta llegar a él, otro inmenso Tommy Lee Jones con un papel corto pero muy intenso, ofreciendo otra magistral interpretación digna de ser nominada, sus caras lo dicen todo y la intriga que provoca es máxima. Destacar los pequeños papeles que hacen tanto Ruth Negga (Preacher) como Donald Sutherland (Truth) capaces de brillar en pocos segundos ya que la estrella principal y motor de la misma es un enorme y apacible pero a la vez atribulado Brad Pitt, en esa búsqueda del padre perdido.
Otro gran acierto es la música de Max Ritter, compositor alemán que compuso el tema principal de Arrival "On The Nature Of Daylight" y que el año pasado nos regaló una de las mejores bandas sonoras para María Reina de Escocia, sin recompensa alguna. En esta ocasión, sabe envolver el relato haciéndonos disfrutar de ese viaje espacial con ternura y nostalgia en algunos momentos y en otros con mayor contundencia y suspense, ayudando al desarrollo narrativo de la misma, épica y melancólica, sin duda una de las bandas sonoras del año con las que os dejo, junto a su trailer.
NOTA PERSONAL: 8 **** NOTABLE