domingo, 2 de octubre de 2016

LOS 7 MAGNÍFICOS (2016)









En la era del remake, secuelas, precuelas y live actions tenía que llegar esta, que ya lo fue en su día, el remake americano de la japonesa del maestro Kurosawa Los Siete Samuráis pero claro eran otros tiempos y otra manera de hacer y entender el Cine y detrás de la cámara todo un especialista y maestro John Sturges, tanto en el género (Duelo de Titanes, Fort Bravo) como de los repartos corales (La Gran Evasión, Conspiración de Silencio) sacandolés partido a las grandes estrellas que las conformaban, convirtiéndolas en auténticas obras maestras .

El problema no es en sí solo el remake, ya que grandes entre los grandes hicieron sus propios remakes, sino la manera de llevarlos y enfocarlos, en este caso Fuqua, cuya trayectoria no es demasiado boyante y bastante irregular, no sabe aprovechar ninguno de los elementos que le ofrece tanto la obra original como el remake y quiere llegar a todo y no completa nada.

Su excesivo metraje no es suficiente para presentar a unos personajes tan ricos y atrayentes como lo son estos ni con tanto carisma como los precedentes, desdibujados y solo meras pinceladas hacen que olvides hasta cuantos son, sabiendo perfectamente que son siete. Apenas logran destacar, por supuesto Denzel Washington, pero podría haber dado mucho más, Chris Patt, por lo atractivo de su personaje y poco más, quizás Sarsgaard como villano pero que tampoco le da el suficiente empaque en presencia que merece, siendo la labor de estos actores doblemente meritoria ante tanta paja que mete el director.



Como fan del género que me considero viendo esta versión del clásico solo puedo pensar que qué grandes son Tarantino y Eastwood por filmar Western actuales con esa maestría que son sus obras tanto Django (2012) como Sin Perdón (1992), solo unos segundos de cualquiera de ellas captan más atención que las 2 horas largas que dura esta. Su principal lastre aparte de la dirección por no saber gestionar los elementos ni ordenarlos, es culpa también del montaje, sin sentido, cortante, lleno de primeros planos que no aguantan más que medio segundo y lo único que hacen es marear al espectador, despistarlo y confundirlo, sacándolo de la historia que por muy Pizzolato que lleve el guión, acaba por ser de lo menos interesante.



Solo destaca, un final demasiado desproporcionado pero que finalmente es lo que deseas ver en un Western sino hay una gran historia detrás y la BSO que cuando esto pasa malo, porque como decía un grande de la ondas radiofónicas, cuando solo te fijas en eso, es que la película es una basura (él empleaba otra palabra más fuerte).

Claro es Horner, bueno era, su último trabajo e incompleto pero grandísimo, solo deseaba que sonarán sus notas porque era lo más interesante en el transcurso de la cinta. Una despedida algo menor pero que sin duda lo hace por la puerta grande siendo un gran trabajo.



NOTA PERSONAL: 4 ** REGULAR