lunes, 2 de abril de 2018

READY PLAYER ONE (2018)



La filmografía del Rey Midas de Hollywood como se conoce popularmente a Steven Spielberg está cargada de éxitos y grandes películas a la vez que se dividen en películas serias como La Lista de Schindler o Munich y comerciales y taquilleras como las sagas Indiana Jones o Parque Jurásico entre otras muchas. Venimos de una de las serias con Los Archivos del Pentágono que consiguió meterse en los Oscars como Mejor Película pero que están resultando excesivamente serias dentro de una formalidad excelente a la que nos tiene acostumbrados. Pues quizás para quitarse ese sabor intenso y concienzudo se permite el lujo de ir a todo lo contrario y posiblemente es su manera de desconectar volviendo al mundo que lo ha hecho triunfar y labrarse esa fama que en ocasiones prefiere alejar pero que nunca renunciar nadando entre dos aguas.




Con esta, Spielberg, no ha hecho una película y ha dado un paso más allá sino que ha hecho un videojuego, la cinta es un Rompe Ralph para adultos en el que su comienzo es sobresaliente pero ya su desarrollo va cayendo conforme avanza, convirtiéndose en tópico y poco especial, eso si, nunca aburre, aunque se hace especialmente larga. Cargada de detalles y guiños, rápidos y fugaces, tanto para cinéfilos como para gamers amantes de los videojuegos, peca de sobreexceso pero no llega a molestar llegando a lastrar el producto final enmascarándolo con esa fachada de espectacularidad, montado en esa atracción de feria que construye para el disfrute de algunos sin llegar a emocionar.

Estamos en 2045 y un programador salido de Sillycon Valley que interpreta desafortunadamente Mark Rylance (Dunkerque) y que justamente consiguió su primer Oscar con Spielberg ofreciendo una pobre actuación que roza el bochorno, inventó un nuevo mundo virtual que no sorprende tanto ya que Samsung ha sacado algo parecido y que está promocionando, salvando las distancias, en cuanto a realidad virtual, algo poco sorpresivo en cine, Oasis, donde todo el mundo está enganchado a este mundo virtual para poder ser alguien diferente mediante un avatar y así evadirse de la dura realidad en la que viven.




Contradictorio también el mensaje a modo de moralina ensalzando primero este mundo para acabar destruyéndolo con la típica frase de la realidad es lo que realmente cuenta, cuando vivimos ya en un mundo esencialmente virtual y que va a más.

No estamos ante la mejor cinta del genio como muchos aseguran pero tampoco es una de las peores, su principal virtud es la excelente factura técnica en la que nos sumerge, mezclando tanto la realidad como el videojuego de manera sorprendente pero cuyo resultado es menos convincente, no hay carga dramática y un breve y escaso desarrollo de los personajes que está suplido por esa carga extra de acción y entretenimiento que tan bien sabe hacer y contra la que no existen peros. La pareja de jóvenes actores funciona y el malvado también interpretados por Tye Sheridan (Mud), Olivia Cooke (Yo, Él y Raquel) y Ben Mendelsohn (Bloodline) respectivamente.




Por último, la BSO la deja en manos de Alan Silvestri habitual de su amigo y alumno aventajado Robert Zemeckis (Forrest Gump, Regreso al Futuro) en lugar de su inseparable John Williams, siendo una partitura mágica y evocadora no posee la grandeza del compositor original pero si es muy Spielberg, salvando la papeleta una selección especialmente nostálgica de grandes temas de los 80 que van desde los Bee Gees y su Fiebre del Sábado Noche hasta los imprenscindibles Blondie y su eterno One Way or Another, Depeche Mode y Wold in My Eyes, el mítico Take on Me de los nórdicos A-Ha, el esencial Jump de Van Halen lleno de sintetizadores o los británicos Tears for Fears con su exitoso EveryboodyWants to Rule the World, el clásico Blue Monday de New Order y el bailable Dancing With Myself de Billy Idol para continuar con el Boss, George Michael, Duran Duran y Prince, toda una maravilla musical llena de exitazos que todos tendríamos seguro en aquellas cintas de casette de nuestra juventud.

Os dejo con el más representativo que suena en la escena inicial a modo de parkour y que tan bien queda ese jump, así que salta y disfruta sin pretensiones.



NOTA PERSONAL: 7 *** BUENA