jueves, 22 de noviembre de 2018

THE LITTLE STRANGER (2018)


Muy esperado era el próximo film del irlandés Lenny Abrahamson tras su éxito en 2015 con La Habitación, ese asfixiante drama psicológico que consiguió llegar hasta los Oscars como una de las mejores del año, gracias a su manera de contar una historia complicada y por el buen hacer del joven actor Jacob Tremblay  (Wonder, disponible en el blog) que se convirtió en la sensación del año pese a ser su compañera, Brie Larson, quien ganara el Oscar.

Bien pues, la espera ha valido la pena, sino tan contundente como lo fue su anterior film, si se nota su buen hacer tras las cámaras, con una dirección calmada y serena, sin grandes aspavientos y con un guión solido y sin florituras facilonas en las que el género de terror cae últimamente (véase The Hereditary).



Nos cuenta un drama sobrenatural cuya baza principal es la intriga, ambientado en la Inglaterra de los años 40 tras la Segunda Guerra Mundial, y con algunas licencias a modo de pequeños flashbacks a la infancia de nuestro protagonista, en 1919, cuando la casa que hoy visita, Hundred Halls, era la envidia de todos, y su glorioso y floreciente pasado contrasta, tras la guerra, con lo humilde y decadente de la actualidad. Ese niño que visitó la casa con su madre, enfermera, vuelve ahora convertido en un espabilado doctor, interpretado de manera magistral por Domhnall Gleeson (El Renacido, disponible en el blog).

Un suceso trágico y los desastres de la guerra han hecho mella en esta adinerada familia, capitaneada por una breve pero intensa interpretación de la enorme y estratosférica actriz Charlotte Rampling (Hanna, disponible), que los pocos minutos en los que aparece, son oro puro, como la matriarca que a punto está de perder la razón y cuya elegancia en pantalla y distinción hacen de ella un plus o incentivo para seguir viendo la cinta. Le acompaña la hija, bella pero desmejorada al tener que vivir las penurias lejos del esplendor de los años 20, Ruth Wilson (The Affair, disponible), cuya manera no es Brie Larson pero cumple como sufridora en casa, más bien mansión, atormentada por el pasado que la persigue y la condiciona.



Por último, otro hijo, Will Poulter (Detroit, disponible en el blog) al que la desgracia también le tocó vivirla en sus propias carnes y cuya desesperación por vender la casa y huir de ese lugar es más que notable. Queda dicho que los actores están todos perfectos, bien llevados y al servicio de la trama, aportando su personalidad en una compleja historia que esta por desgranar.

La dirección es elegante, con ese homenaje indiscutible a las grandes novelas de Agatha Christie a las que recuerda tanto por su exquisito gusto inglés en los detalles de la casa como por esa intriga que se va desarrollando como si de un tren a vapor se tratara, un Orient Express, en la que cada fogonazo de vapor va cogiendo más y más fuerza, con pequeños y sigilosos suspiros para acabar en plena ebullición, siempre sin perder el rumbo de la vía.



















También os recordará a la multipremiada serie Downton Abbey por las similitudes en la trama y por su exquisita decoración. Todo brilla en esta producción salvo que muchos esperarán un relato terrorífico plagado de sustos imprevistos, que son innecesarios, y una enrevesada trama que no la tiene y que le da justo las armas necesarias al público para que la vaya desenmarañando como lo hacia la legendaria escritora, pistas para un desenlace que pese a esperado sacude más de lo debido, quedándote luego ese sabor o regusto a haber visto algo de calidad y que te hizo pensar volviendo atrás en lo que has visto.



















Posiblemente pase desapercibida, tapada por títulos aparentemente más atractivos pero para mi sin duda es una de las películas del año y debería tener mucho más reconocimiento del que tendrá. Y a su director confirmarlo como un contador de historias duras que las va introduciendo con suavidad para luego asestarte un golpe imprevisto, siempre acompañado de planos muy cuidados que destilan arte y sensibilidad. Os dejo con el trailer.



NOTA PERSONAL: 7,5 *** BUENA