sábado, 27 de mayo de 2017

ALIEN: COVENANT (2017)










Estamos ante una de la mayores sagas de la ciencia ficción junto a Star Wars, de eso no hay ninguna duda, El Octavo Pasajero (1979), ya solo con mencionar el título, que hace referencia a el Alien, ya pone los pelos de punta, fue y seguirá siendo una Obra Maestra del género a la que la industria, inevitablemente, le dio su desarrollo comercial como franquicia y que para los seguidores de la misma es un aliciente descubrir nuevas cosas sobre este famoso xenoformo y el origen de muchas otras. Si bien el artífice y padre creador de todo esto es el genio de Ridley Scott, dejó la saga en manos de otros que, salvo el titánico James Cameron y su Aliens: El Regreso (1986), convirtió una secuela en pura acción y entretenimiento, el resto, con el soporífero Alien 3 (1992) de Fincher y la rareza del francés Jean-Pierre Jeunet (Delicatessen, Amelie) con Alien: Resurreción (1997), son bastante olvidables ya que no aportan nada en mi opinión a la saga.


Años más tarde, 2012, ya olvidada la franquicia, Scott retomó a su criatura para ofrecernos lo que tan de moda ahora está, en búsqueda del origen de la bestia, convirtiendo una nueva saga con las precuelas, en concreto, Prometheus, de la que ya mucho se habló y de la que muchos reniegan pero nos sirve justo para comparar esta ya que volvió por todo lo alto y pecó de ego y megalomanía siendo tan espectacular que el resto quedaba en un segundo plano, aun así me parece muy interesante como inicio de la saga y origen de todo.


Covenant es diametralmente opuesta, con un pulcro y magistral inicio con el androide, interpretado a la perfección por un majestuoso Fassbender, ya apreciamos que veremos algo distinto. Frente a la vistosidad y pomposidad de la anterior, esta es árida y oscura, casi gótica y en cierto modo recuerda mucho a Mimic o El Laberinto del Fauno del mexicano Guillermo del Toro en ese sentido gótico y en los neoformos muy similares, captando el alma terrorífica del original que mil veces hemos visto pero que aun sigue siendo capaz de ponernos en tensión a cualquiera.


Los homenajes son continuos tanto a la de 1979 como a la de Cameron, sin olvidar los avances en tecnología que aportan espectacularidad a la trama pero solo la justa siendo el punto psicológico el mejor y el más angustioso.

Se le puede achacar que la acción está entrecortada y no es continua pero a mi no me molesta y quizás la demasiada exposición del bicho que lo hace menos terrorífico gracias a ese alarde tecnológico ahora imprescindible que en su día no poseía el director y también un cast poco llamativo que no empatiza facilmente con el público, como si lo hacía Thezon o la insignia de la saga Weaver y su ya mítico personaje de la Teniente Ripley, siendo este bastante plano y completamente eclipsado por otra bestia, un Fassbender glorioso en el papel del androide que ya interpretó en Prometheus y que aquí se convierte en el verdadero protagonista para el disfrute de los que lo seguimos, con un virtuosismo escénico que llena con una simple mirada, capaz de congelar la sangre a cualquiera.


Por lo demás, es una renovacion de la saga que necesitaba, ya que con la anterior se quedó en un intento, ahora el xenoformo está más vivo que nunca y gracias a la tensión, los momentos gore y un maravilloso final no hacen otra cosa que interesarnos más y esperar con ganas la conclusión de la franquicia que una el conjunto. No se sabe si serán 4 en total, sobre las conversaciones con el director se dejó ver que realizará primero un pre y secuela a la vez justo en medio de estas dos, titulada Alien: Awakening para finalmente enlazar con la del 79, posiblemente titulada Alien: Paradise Lost, pero de momento solo son rumores, lo que si es un hecho es que el final necesita de una nueva incursión en el Universo Alien.


La maestría de Scott es indudable tanto en los planos perfectos y bellos como en las escenas memorables que contiene esta cinta, momentos nostálgicos rememorando el inicio de la franquicia como de tensión propios también de la saga, solo por esos momentos vale la pena perder dos horas de tu tiempo porque la película sale reforzada en su conjunto ocupando para mi el 3er lugar, lejos eso si de las dos primeras, y con las ganas de volver a revisionarla pronto para no perder ninguno de los detalles e información que se nos muestra en esta nueva entrega.

La BSO es otro de los elementos que contribuye a crear esa angustiosa y viscosa atmósfera. Corre a cargo de un guitarrista australiano llamado Jed Kurzel y del que hemos podido apreciar su buen hacer en bandas sonoras con Babadoock, la magnífica Slow West, Macbeth y Assassin´s Creed todas ellas también casualmente con Fassbender.



NOTA PERSONAL: 7,5 *** BUENA