domingo, 11 de noviembre de 2018

BOHEMIAN RHAPSODY (2018)















Ni Bohemian Rhapsody va a cambiar el género del biopic ni tampoco va a inventar una nueva forma narrativa, pero Freddie es un mito, un icono y verlo cobrar vida a través de 2 horas y cuarto es una gozada. Dejaros de maniqueísmos y corsés de todo tipo ya que un biopic no significa que sea 100% fiel a la realidad, y si cuenta mentiras o medias verdades, no nos engañemos, ninguno lo es, siempre hay mucha ficción ya que es una película no una biografía autorizada, es una versión, en la que debe haber espectáculo y maquillaje que no lo desvirtúa sino que lo engrandece a mi parecer. 

Lo que queda claro es que el público la ha apoyado sin pretensiones, siendo una de las más taquilleras y valorándola como se merece alcanzando casi un notable.

Ahora sacados los demonios y la parcialidad de mi cuerpo voy a valorar la película y la interpretación en concreto de Rami Malek (Mr. Robot) que bajo mi punto de vista le viene algo pequeñito el personaje, no solo por su estatura sino por su fuerte personalidad, única e inimitable. A la mente me vienen otras actuaciones de grandes estrellas como la Tina Tuner por parte de Angela Bassett, con la que logró la nominación al igual que la de el Johnny Cash de Joaquin Phoenix en En La Cuerda Floja y la verdad es que enmudecen al lado de esta.




El problema de Malek es que abusa de los tics sobre todo al inicio cuando no tiene bigote y esa dentadura tan postiza y exagerada, no en vano, la tenia así ya que nació con 2 incisivos de más, de ahí su gran capacidad bucal y virtuosismo para el canto, hacen que se desdibuje el presonaje y permanezca constantemente en tu cabeza el verdadero Freddie, sin evitar la comparación. En cambio, no ocurre lo mismo con la banda, todos los integrantes son idénticos a los originales tanto que parece que estés viendo a Queen realmente y eso se agradece porque te vuelve a meter en la cinta, siendo de lo más secundarios.




La cinta culmina en un momento en concreto de la vida del cantante, quizás en uno de sus mejores conciertos, aunque es imposible elegir, el famoso Live AID celebrado en el mítico estadio de Wembley de Londres simultaneamente con otro estadio el John F. Kennedy de Filadelfia, el 13 de Julio de 1985 cuyos beneficios iban destinados a paliar el hambre en el tercer mundo, en concreto en Somalia y Etiopía, de donde también salio la idea meses antes del emblemático We Are The World con varios cantantes juntos.

73 bandas fueron las que actuaron, la recaudación superó los 100 millones de dolares y se retransmitió via satélite con 13 a 150 países, 9 h de duración, siendo la actuación de 20 min la que disponían cada artista, pero Freddie conectó de tal forma con el público que la de Queen fue la mejor, votada por el público con un 79% de los votos. Inaudito, ya que el elenco de artistas iba desde Bowie, Tina Turner, U2, Simple Minds, The Who Mick Jagger, Paul McCartney, Madonna y un sin fin más, tomándose como himno del concierto el memorable We Will Rock You. Su entrega fue tanta, la de Freddie, que se ajustó al máximo recortando canciones para poder meter las máximas posibles en un micro concierto único, demostrando que allí él era LA REINA, y lo consiguió, reinó.



La canción con la que empezó, es la mejor canción escrita nunca, que pasados los años sigue siendo de un virtuosismo único y que da nombre a la cinta, tomándose también como partida para contar el proceso creativo de esta obra de arte. Bohemian Rhapsody, escrita en 1975 por Mercury, está dividida en 6 partes sin estribillo, comenzando a capela, con su mítico Mammaaa!!, seguida de una balada, un solo de guitarra, con la admirada guitarra de Bryan May, una opera con su Galileo, Galileoooo, seguida de un Rock apoteósico y por último un epilogo o coda que retoma la balada original extendiéndola a modo de cadencia.

La canción dura 6 min., algo impensable siendo un sencillo (single) para promocionar en Radio, y aunque va dirigida a los músicos bohemios y el arte que desempeñan dicen que hay mucho de él en ella, conteniendo declaraciones veladas de su personalidad. Muchas son las teorías sobre su letra pero me quedo con una que parece más real y es que en esa época estaba a punto de romper con su pareja Mary Austin tras su primera experiencia homosexual y por eso la llama Mamma (Madre/Maria) Let Me Go (déjame ir), aunque también tiene que ver con la obra Fausto, una manera de redimirse a si mismo y pedir clemencia después de vender su alma al diablo (discográficas/fama).



Y después de estos datos fandom, volvemos al film en cuestión, su director Bryan Singer (Sopechosos Habituales) imprime al film una agudeza visual e icónica propia de él, vease los X-Men, detalles que engrandecen el producto y lo hacen muy atractivo pero luego hay otras partes que narrativamente son más flojas e innecesariamente alargadas, como los comienzos en los que no se saca básicamente nada en claro de su personalidad, pudiendo haber explorado más como Estrella de Rock consagrada y profundizar en su mundo y su compleja personalidad como genio que fue, solamente atisbos y pinceladas que saben a poco.

Por lo demás, no se aleja del típico biopic, que es lo que los críticos le achacan, joven impetuoso conoce chica, se une a un grupo, llega al estrellato, se agranda su ego, rompe con la banda, manager manipulardor y posesivo, reconciliación con la banda, etc...en eso nada nuevo, salvándose con sus dos mejores momentos de la cinta que son cuando sabe que va a morir y se escucha el tema de la película Inmortales, Who Wants to live forever, quien quiere vivir para siempre, escrito por él, donde es inevitable la lágrima y el apoteósico final con el We Will Rock You que está rodado de tal manera que parece que estés en 1985 asistiendo al mítico concierto en el estadio de Wembley, el climax final salva la película y te entran ganas de volverla a ver siendo las 2h y cuarto que dura un simple paseo.



Creo que en serie tal y como esta ahora el panorama televisivo estaría mejor desarrollada en capítulos ya que la vida de esta bestia musical da para mucho más, sin duda el guión es lo más flojo pese a ser diálogos rápidos y fluidos pero les falta historia y profundidad en los personajes ya que pasa de soslayo por casi todos sin abordar temas como su homosexualidad no confesa que es basicamente testimonial o sus adicciones, así como su enfermedad, desarrollando más los conflictos familiares o las disputas con las discográficas que en principio resultan menos interesantes.

Bueno, no os canso más, ya que seguiría escribiendo y escribiendo sin parar ya que da mucho juego. Como conclusión final diré que no siendo una magnifica película si que es una película que deja satisfechos a todos de ahí la popularidad de la cinta que ha tomado, que quizás si hubiese sido más profunda, caso Beach Boys con Paul Dano, no hubiera llegado a tanta gente y en eso reside su éxito, ya puede gustar más o menos Queen pero todos salen disfrutando al máximo de la experiencia.


Os dejo con los momentos (originales) más emocionantes que se ven en el film desde el Love of My Life dedicado al amor de su vida Mary, una de las canciones más bonitas jamas escrita, en el Rock in Rio de 1985, la improvisación en el Live AID y su electrizante eeeeeoooooo!! y con el emocionante y vital medley We Will Rock You/We are The Champions, con un público entregadísimo. 

The Show Must Go On, Freddie, estés donde este (nadie conoce el paradero de sus cenizas). Gracias REINA!! God Save the QUEEN!!


NOTA PERSONAL: 7 *** BUENA