domingo, 28 de enero de 2018

WONDER WHEEL (2017)

Mucho se habla del controvertido director de Brooklyn tanto de sus películas de las que estrena una cada año rodeándose de estrellas que matarían por trabajar con él aunque ahora parece que no tanto, ya que los actores de la todavía por estrenar próxima película, Timothée Chalamet (Call Me By Your Name) y Rebecca Hall (El Regalo) donaron sus honorarios debido a las acusaciones sexuales vertidas sobre el director. Pero volvamos al Cine que es lo que interesa, desde el comienzo de su carrera allá por 1969 es el único director que estrena peli por año, por una parte es bueno para aquellos que admiramos su arte y disfrutamos con sus peculiares historias pero para otros puede producir cierto hartazgo y rechazo lo que a nadie deja es indiferente.

Esta vez contó para su reparto con la gran actriz ganadora de un Oscar por El Lector, Kate Winslet intentando repetir el éxito aplastante que tuvo con la actriz australiana Cate Blanchett recompensada en 2013 con su 2º Oscar por ese trabajo en Blue Jasmine. Quizás no este a la altura de aquella descontrolada Jasmine pero su Ginny es un portento de actuación, sosteniendo ella sola la cinta y recordando en su tramo final a la gran Vivien Leigh en su oscarizado papel de Blanche en Un Tranvía Llamado Deseo de 1951 y que muchos relacionan con la de Blanchett, pareciéndose más para mi esta.



Una camarera de un bar de ostras en Coney Island sobrevive a su triste, apagada y rutinaria vida rodeada de un sin fin de luces de colores del parque de atracciones donde se sitúa su casa en los años 50. Esa coloridad que aporta un grandisimo director de fotografía como Vittorio Storaro (Apocalypse Now, El Ultimo Emperador) es un prodigio, contrastando esos colores tan vivos con su árido y yermo interior, con un marido, James Belushi (Jumpin Jack Flash), un ex alcohólico, mal parecido y mecánico del carrusel del parque de atracciones que cuya distracción principal es salir a pescar con sus amigos.

Ella bebiendo a escondidas por no provocar a su marido entre continuas discusiones y malas tratos, cuida de su pequeño diablo, hijo de otro matrimonio, que le da por encender todo, dotando al film de la parte más cómica y típica de Allen. A ellos se une la hija del marido una jovencita y linda muchacha que huye de su anterior matrimonio con un gangster que la está buscando, Juno Temple (Expiación, Diario de un Escándalo) y que desestabilizará todavía más la vida de la pobre Ginny.



Completando esta escena pintoresca encontramos al cantante y en sus ratos libres actor Justin Timberlake, como el atractivo socorrista de la playa en Coney Island que nos va contando la historia, cuando seduce tanto a la mujer madura que vive un renacer de su juventud, salvavidas de su gris vida, como a la frescura de la joven estudiante de literatura que quiere relanzar su nueva vida alejada del crimen.

La escena es magnífica, muy teatral, recordando como digo a aquella oscura y asfixiante habitación del maestro Kazan de Un Tranvía..., en la pequeña habitación situada sobre una caseta de tiro incesante y a la vez con unas vistas envidiables llenas de luz y color se desarrolla practicamente la acción, con el contrastes de luces que emplea Storaro volviéndola melodramática y teatral recordando mucho a las producciones de Broadway, siendo esto un gran aliciente que poco vemos en producciones actuales.



En cuanto al guión, punto fuerte del actor y director, puede que sea el menos Allen de todos que esto igual se agradece en algunos ya que no insiste en su temas recurrentes de religión, sexo y psicoanálisis, resultando ser una historia sencilla pero llena de matices como las luces que emplea ya que esta tan viva que nos cuenta a través de esas luces la historia con planos maravillosos, dignos de un orfebre.

Los sentimientos de nuestra protagonista son como el titulo reza una fantástica noria que sube y baja rodando sin poder parar con su ritmo lento y constante, imparable en la que nunca se coincide, cuando cree que todo es perfecto se vuelve a girar la noria y comienza el baile de ilusiones aparentemente falsas creadas por ella para escapar de su rutinaria vida llegando a enloquecer, ofreciendo un tramo final perfecto con un primer plano de su bello rostro que refleja todo lo que hemos visto en este viaje subidos a esa noria que no para de rodar y rodar.



Los temas que aborda son letales, la infelicidad y la insatisfacción tan crudamente retadas que producen yaga, el ver como su vida encerrada en ese cuartucho con todo ese jolgorio alrededor lleno de fantasía y diversión, contrasta tanto con el rumbo que ha tomado su vida y la incapacidad para salir de esa cárcel de luces chispeantes con sus eternos y encantadores atardeceres en la playa de Coney Island que impactan directamente en el rostro ya madurado por la vida y sobre la melena rojiza que luce nuestra protagonista, acentuando más ese tono melodramático que la hace perfecta.

Ignorada en los premios y en parte por la critica injustificadamente, se levanta como un film imprescindible para amantes del cine clásico ya que es una cinta que podría haber protagonizado perfectamente una Joan Crawford y un Karl Malden junto a un atractivo Paul Newman y su mujer, la tierna Joanne Woodward, volviendo a remarcar la fotografía del italiano que debía estar presente en los Oscars ofreciendo unas postales únicas con ese sabor a Technicolor de los años 50 que me recuerdan al clásico entre los clásicos del melodrama Douglas Sirk con Lana Turner  y su Imitación a la Vida que todos recordaran.



Todo este vodevil dramático se envuelve como es habitual en él, de su inseparable música jazz y de temas de los años 50 que la hacen especialmente tierna y delicada como un chorreante helado comprado en esa feria, suavizando los duros golpes que va recibiendo la protagonista con esas pequeñas dosis de humor a lo Allen tan incisivas que solo puedes sonreír moviendo la cabeza ante la fatalidad. Un genio en su estilo y una película para recordarla con el tiempo, pura nostalgia.

Os dejo con el trailer y con el aterciopelado y soleado tema de Tony Bennet de 1951 que aparece hacia el final de este espejismo sueño de verano levemente fugaz.



NOTA PERSONAL: 8 **** NOTABLE

viernes, 26 de enero de 2018

ASESINATO EN EL ORIENT EXPRESS (2017)

Revisitar un clásico como lo es este y realizar un remake 43 años después es bastante arriesgado y más con lo que representa el film de Sidney Lumet, considerado el mejor film de una adaptación de la ilustre Agatha Christie. Para ello el director ingles Kenneth Branagh se rodea del mismo numero de estrellas que en su día su predecesora, encontrándonos con un elenco maravilloso y envidiable.

Comenzando por él mismo reservándose el papel del memorable y particular aunque en ocasiones irritante pero siempre efectivo como el filo de una navaja con la precisión suiza de un reloj Hércules Poirot con sus continuos trastornos obsesivos y que en su día interpretaría el oscarizado actor inglés Abert Finney (Erin Brockovich) consiguiendo una de las 6 nominaciones para el film en 1974 a Mejor Actor, no ofrece un inicio de cinta encomiable, su factura narrativa y estética en la misma Jerusalén frente al muro de las lamentaciones en un simpático y rápido caso que resuelve de manera magistral el detective más famoso de la literatura gracias a su especial astucia con unas vistas de postal maravillosas de la ciudad, inmejorable arranque.




Posteriormente se traslada la acción al ya conocido por todos, puesto que es de las obras más conocidas de la universal escritora inglesa reina del suspense Agatha Christie, al lujoso Orient Express, donde se alojan un sin fin de personajes en un espacio reducido y compartiendo más cosas en común que dicho espacio, donde uno de ellos aparecerá muerto. Branagh, como cabeza visible en el papel principal recurre a las estupendas y consagradas actrices como Judi Dench y Michelle Pfeiffer para dar vida respectivamente a la Princesa Dragomiroff y a Carolina Hubbard que en el original encarnaron Wendy Hiller y Lauren Bacall, perfectas ambas en su papel de ricachona aristócrata y de una presunta actriz entrada en años venida a menos.

Acompañando a la Princesa una Olivia Colman (El Infiltrado) como dama de compañía bajo las estrictas ordenes de su señora y que estuvo interpretada por la actriz inglesa Rachel Roberts, esposa del también actor británico Rex Harrison, que pese a su corto papel atrapa con su ingenua sencillez. Completan el reparto femenino una afeada Penélope Cruz en el papel de la misionera Pilar Estravos que en su día le valió su 3er Oscar a la gran Ingrid Bergman pero por encarnar a una sueca misionera de nombre Greta y que aquí Branagh varía, dejando el personaje nulo, puesto que los esfuerzos de la española no son suficientes.

Y por último el difícil papel de suplantar a otra de las grandes Vanessa Redgrave en el papel de profesora en las colonias británicas y que aquí le tocó a la joven promesa Daisy Ridley (Star Wars VII) y que si bien está arrebatadora, no llega a superar la clase de Vanessa, vacuo esfuerzo.




En cuanto al reparto masculino tenemos a la víctima Ratchet con un oscuro pasado que le pasará factura sin poder terminar su trayecto y que en la original interpretó en el eficaz actor Richard Widmark, para darle vida aquí y más bien poca el histriónico de Johnny Depp que afortunadamente muere a los pocos minutos de desarrollo. Seguimos por Willem Dafoe como el Coronel Hardman y el Doctor Arbuthnot que en su día lo interpretó el espía más famosos del Cine, el atractivo Sean Connery y que aquí se convierte en negro por el actor Leslie Odon Jr. (Smash).


Completando este extenso reparto Derek Jacobi (Yo, Claudio) que en el original representó el actor teatral John Gielgud y el orondo Josh Gad (La Bella y La Bestia) interpretando al abogado de Ratchet, McQueen y que en su día le dio vida el escuálido Anthony Perkins, como otro de los cambios significativos de esta nueva adaptación. Concluimos con el amigo de Poirot que trabaja en la compañía ferroviaria que encuentra por Estambúl
ofreciéndole viajar en el lujoso tren como invitado, dándole vida aquí Tom Bateman (Da Vinci´s Demons) y en la de 1974 el actror Martin Balsam (Todos Los Hombres del Presidente) y con una pareja de renombre en la versión de Lumet y que aquí brilla poco, los Condes Andrenyi que les dieron vida la bellisima Jacquelline Bisset y el actor británico de Cabaret Michael York y que aquí interpretan unos desconocidos Lucy Boynton y Sergei Polunin con más pena que gloria.




Quizás Branagh se mire demasiado el ombligo y resulte algo cargante siendo Lumet más ágil y resolutivo siendo su desarrollo algo pesado para lo ágil del relato de la reina del suspense pero a su favor hay que decir que la revolución del caso resulta de lo más conmovedora, triste y sanadora que hasta ahora no se había tratado y eso se debe al director de Los Amigos de Peter, con un tono bastante teatral algo en lo que él es especialista y con una partitura melancólica de Patrick Doyle (Sentido y Sensibilidad), habitual en la filmografía del director, redondean el producto final en una tierna y desgarradora historia. Para rematar con los títulos finales cantados por la propia Michelle Pfeiffer con su dulce y aterciopelada voz entonando la canción Never Forget You, nunca te olvidaremos, en clara referencia a la trama. Con ella, el rompedor tema de Imagine Dragons y el vigoroso inicio de este relato, termino.



NOTA PERSONAL: 7 *** BUENA

miércoles, 24 de enero de 2018

AMERICAN CRIME STORY: EL ASESINATO DE GIANNI VERSACE (2018) SERIE


Si en la primera entrega de esta nueva serie nos ofrecieron la mayor persecución, juicio y desenlace en la historia americana moderna, televisada las 24h del dia y que paralizó a toda una nación, esa fue sin duda el Caso O.J. Simpson, ahora el ingenio de Ryan Murphy (American Horror Story) nos adentra en el escabroso asesinato del famosísimo sastre de las estrellas en los 90, el italiano Gianni Versace, jugoso cuanto menos por su estética y diseño únicos en el mundo y por la enrevesada historia de celos, amantes y homofobia, donde la imagen y la estética era todo un referente y una excelente carta de presentación en aquellos años.

Lo morboso del tema es que el asesino no es un fan perturbado como se ha visto en otros casos, John Lennon, sino que fue un asesino en serie, Andrew Cunanan, que ya mató a 5 personas añadiendo el nombre de Versace a la lista en 1997, asesinado a las puertas de su gran mansión de Miami Beach para finalmente suicidarse en un barco a los 8 días de su asesinato.




Su comienzo es portentoso con una opulenta y portentosa puesta en escena brutal, con el mundo icónico de Versace y la música de fondo con el más bello y triste a la vez Adagio en G menor de Albinoni potenciando la carga dramática de los hechos que están a punto de acontecer y cuyo fatal desenlace ya todos conocemos, entremezclados con unos planos cenitales imposibles a la par que bellos, todo muy italiano y muy mafioso, donde vemos lo que hace la fama, el poder y el dinero donde hoy eres dios y mañana das de comer a los gusanos con pasmosa facilidad y como música de fondo.

La diferencia entre esta y la primera temporada sobre el Caso Simpson es que esta está mucho más viva y no tan encorsetada en el interminable juicio donde se desarrolla la principal trama. La manera de dirigir este piloto es mucho más vistoso por el entorno que inunda de belleza barroca y neoclásica nuestras pupilas incapaces de abarcar tanta abundancia de colorido y diseño, fundiéndose con la trama policial y más bien psicológica del personaje de Cunanan y su retorcida y enferma mente cuando conoce por primera vez a Versace en su primer encuentro y posteriores citas viendo como se urde su plan para acabar con él.




La reconstrucción previa a los hechos mediante flashbacks con lo que paso el 15 de julio de 1997 a las puertas de la Mansión es perfecta, desde el vestuario, muy de los 90, como de los personajes, muy conseguidos en su aspecto físico, en especial el actor Edgar Ramirez (El Consejero) que encarna a Versace, cuya transformación es idéntica, sosegada y con ese endiosamiento propio del diseñador italiano. Darren Criss conocido por su personaje en la exitosa serie Glee hace un personaje digno de ser premiado por su diversidad de matices interpretando a el psicópata asesino, cuyo manipulador encanto y sangre fría supura por todos los costados.

A ellos se une Penelope Cruz como Donatella Versace, su hermana, esplendida no solo por la asombrosa transformación física sino que con la impostura de su voz, extremadamente masculinizada y grave como una italiana más de la Calabria más al sur de Italia, magnífico su dramatismo y su divismo a partes iguales, siendo ella una vez muerto el hermano la que toma las riendas del negocio familiar sin despeinarse ni tan siquiera pestañear, con el cuerpo de su hermano todavía caliente.





Y por ultimo está lo de Ricky Martin, capitulo aparte, una excentricidad más de las de Murphy puesto que lo hace pésimo como último novio de Gianni y que afortunadamente son pocas las frases que tiene pero notable su poca capacidad interpretativa, mejor dediquese a cantar.

por otro lado la fotografía es espectacular desde los soleados días de Miami Beach con las palmeras y la lujosa mansión hasta los tonos fucsia, morados combinados con amarillos y dorados tan Versace, seña de identidad de su legado así como los motivos geométricos, mosaicos y vasijas con el emblema de la cabeza de medusa con serpientes como cabellos de la mitología griega que petrificaba con tan solo mirarla y que el diseñador adoptó como marca y logo de la casa de modas, que luego explicará el por qué de la elección de dicho motivo tan iconico como si de una visión del destino se tratará pero para ello debéis seguir la serie, no os arrepentiréis.




Por el momento el piloto deja un buen sabor de boca y sus 50 min. de duración se hacen cortisimos deseando descubrir más en los siguientes capítulos de esta conocida pero a la vez oculta historia de nuestra cultura más reciente. En cuanto a critica recibe un gran espaldarazo aunque no tanto como su primera Temporada consiguiendo 54 positivas frente a solo 9 negativas.

Os dejo con el trailer y con parte de su BSO que combina exitazos de los 80-90 como el Last Night a Dj Saved My Life de Indeep que suena en la discoteca donde se conocen asesino y víctima, el universal All Around The World de Lisa Stansfield mientras se viste con la ropa del novio de su amiga para asistir a la Ópera que Versace viste o el impresionante Adagio que abre este piloto con escena con la que comienza todo en un vistoso plano secuencial brutal que enamorará.



NOTA PROVISIONAL: 9 **** EXCELENTE

domingo, 21 de enero de 2018

EL INSTANTE MÁS OSCURO (2017)


Un personaje como Churchill es más bien un regalo, no solo por la importancia y peso en la historia de Inglaterra y de todo el mundo en general, sino por su especial carácter y difíciles decisiones tomadas como Primer Ministro y en este caso el brillante actor Gary Oldman recoge el testigo de manera correcta pero no siendo una de sus actuaciones más brillantes, véase El Topo, su única nominación hasta el momento o el magnífico Drácula de Francis Ford Coppola pasando por el más singular Sirius Black de la saga Harry Potter y El Prisionero de Azkaban, en este caso queda grande el personaje creo yo y su poco acertado maquillaje aun lo empobrece más, escondiendo su gran recreación.

Bien sabemos que se llevará el Oscar puesto que es un referente infalible el interpretar a jefes de estado, los más recientes y brillantes, el 3º de Daniel Day Lewis por su Lincoln y el 3º también de la omnipresente Meryl Streep y su Dama de Hierro, faltándole soltura y naturalidad, encorsetado y lleno de tics propios del mismo personaje, no resulta del todo convincente, remitiéndome a la actuación más natural y sorprendente del año, la del joven actor Timothée Chalamet en Call Me By Your Name (disponible en el blog) cuya frescura y espontaneidad chocan de bruces con la tosquedad de este personaje y la interpretación de Oldman.

Así pues aceptaremos su Oscar en recompensa por todos sus anteriores trabajos que nos ha regalado, algo muy habitual en este tipo de premios, pero no es la mejor del año para mi, pero si la más popular.


Como bien sabemos detrás de cada gran hombre hay una gran mujer, en este caso interpretada por la exquisita y elegante actriz inglesa Kristin Scott Thomas (El Paciente Inglés), donde sus escenas son escasas pero revitalizan el personaje principal dotándolo de una chispeante y vigorosa energía siempre dentro de su impoluta y natural clase. Lástima que no será reconocido su trabajo como secundaria pero sin duda debería estar entre las 5 candidatas. Por otra parte destacar a Ben Mendelsohn (Animal Kingdom) increíblemente perfecto como el Rey Jorge VI, menos amanerado que el Colin Firth del Discurso del Rey.

El director, Joe Wright, pretende revivir su mayor éxito Expiación hasta el punto incluso de copiar planos de su misma obra, recordemos aquel incesante tic tac de la maquina de escribir, principal problema de este excelente drama, y que aquí vemos en los impulsivos y famosos discursos del político dictados a sus sufridas secretarias, adoptando un tono costumbrista en la realización poco favorable, resultando más bien reiterativo y de poco interés en un arranque algo tedioso para luego remontar en las escenas de claroscuros de la Cámara de los Lores donde realmente brilla el trabajo de este potente director que acompañado por una excelente dirección artística y BSO de Dario Marianelli, habitual en su filmografia (Expiación, Anna Karenina, El Solista, Orgullo y Prejuicio), consigue dotar al producto de una intensidad y emoción requerida huyendo del biopic más rancio y facilón, que no siempre consigue.



Como su título indica cuenta las horas decisivas durante la invasión nazi en la Segunda Guerra Mundial, con Francia ya tomada peligraba la inminente invasión a la Isla Británica, donde capitaneando la flota hacia Dunkerque, el último y único reducto de escape para las tropas inglesas y francesas, que hemos visto tan perfectamente retratadas este año con Nolan, arriesgó todo y en oposición de todos, Rey incluido, encauzó a la nación pese a su férreo carácter, apreciando también la debilidad de un hombre y el peso de su responsabilidad, temeroso por repetir el desastre turco de Gallipoli, que pudimos ver recreado en la película de los 80 con Mel Gibson, donde murieron muchos ingleses.




Así pues toma más importancia su actuación como político que como persona, siendo sus discursos y sus excentricidades lo más atractivo y su vida familiar lo más aburrido. Un speech continuo y bastante agotador en el que los ingleses se sentirán muy orgullosos y cómodos pero que para el resto acaba por ser empalagoso. Está claro que la película está al servicio de Oldman para que consiga el Oscar y en eso se excede de tal forma que es una continua exposición del personaje dejando la historia en un segundo plano.

A diferencia de Spielberg en Lincoln, con la que podría tener puntos de referencia, Spielberg sabe contar historias acompañadas de grandes actuaciones mientras que Wright cuenta sin importarle la historia solo es un vehículo para el lucimiento de un actor sin importarle el espectador, cosa que eso Spielberg nunca olvida, dándonos cuenta incluso de que El Discurso del Rey, con la que también guarda una gran concordancia, es una obra de arte al lado de esta, demasiado empeñada en ensalzar una gran figura como lo fue Churchill muriendo en el intento y dejando en el camino la emoción necesaria. 

Solo hacia el final coge fuerza pero ya es tarde, y como él decía "nunca te rindas" pero lo consigue a base de un guión algo vacuo de contenido y una realización con ciertos toques y marcas de estilo propios del director, con esos planos cenitales de los que al final abusa y luego olvida, volviéndose más corriente, resultando una dirección algo desordenada.




Pese a su último empujón que recibió en los BAFTA, entrando por sorpresa, pese a que son unos premios ingleses, con 9 nominaciones parecía revitalizar pero no creo que esté el próximo martes entre las candidatas a mejor película, aunque como ya sabemos todo puede pasar en los Oscars. Terminamos pues con la BSO del italiano Dario Marianelli que adereza el producto y lo envuelve de la parsimonia ceremonial que necesita pero no es suficiente.



NOTA PERSONAL: 6 *** INTERESANTE

sábado, 20 de enero de 2018

THE FLORIDA PROJECT (2017)


El director Sean Baker es único en retratar la sociedad americana en su manera más decadente pero a la vez mostrando un mundo de color de rosa, donde puedes sobrevivir a base de palos, eso si, bien a través de unos marginados personajes tranxesuales que dificilmente se ganan la vida como pueden en la California más sofocante y soleada, como en su anterior película Tangerine (2015), un cuento con reminiscencias al Mago de Oz que resultó ser de los más fresco de ese año y más sabiendo que se filmo con su iphone, un merito inigualable y una narrativa impecable.

Bien pues aquí lo hace ahora a través de unos niños rebeldes, malcriados y a la vez muy divertidos, mostrando una serie de fechorias en un motel de ensueño color púrpura que imita a un castillo DisneyEl titulo del film viene a propósito del nombre que se le dio al proyecto cuando Walt Disney presentó en 1971 lo que hoy conocemos como Disney WorldAl igual que su anterior película combina a la perfección el drama social y humano de una sociedad a la deriva por la crisis económica y la supervivencia optimista de los mismos con una brillante y colorista fotografía llena de estampas preciosas a modo de postal, pasando de la anaranjada y cálida California a la azulada y brillante Florida ahora.




Especialista en tratar la cotidianidad más simplista para luego convertirla en un cuento o fábula sin el menor esfuerzo aparente ni efecto alguno, solo con unos diálogos fluidos y rápidos es capaz de atrapar la atención con una historia sencilla pero llena de marginación y bajeza moral donde la educación está privada y carece de sentido, en una asalvajada vivienda que ni es digna ni merecedora de cualquiera y menos de unos niños. La manera de protegerse es montar un mundo alrededor lleno de trastadas de lo más divertidas pero que reflejan el drama por esa supervivencia ya cotidiana, donde no hay reglas y todo vale, un sueño para cualquier niño como si de un parque temático paralelo se tratara en ese motel de exteriores purpura y torres almenadas que guarda semejanza con el que preside Disney World, quedando a la sombra de un mundo de fantasía a golpe de realidad conforme va avanzando la trama.



Los protagonistas son los niños sin duda que no resultan del todo pesados que ya es difícil recordemos las sabias palabras de un genio como Sir Alfred Hitchcock que dijo: "nunca trabajes ni con niños, ni con perros ni con Charles Laughton (humor ingles), sin que sirva de precedente la niña, Brooklyn Prince, es una roba escenas como le pasó a otra esterlla emergente como fue Jacob Tremblay en 2015 con La Habitación y que ahora triunfa en taquilla con la sensiblera Wonder (disponible en el blog), la niña tiene una escena que hará romperte el corazón y que nos recuerda mucho a la española Verano 1993, con la que guarda cierta similitud.




Pues bien de manera secundaria, tenemos al que más brilla y que posiblemente obtenga una nominación, no tanto el Oscar ya que viene de perder el Globo de Oro frente a un pletórico Sam Rockwell, y no es otro que el señor Willem Dafoe (Platoon) que hace de encargado de mantenimiento del motel y que establece una relación personal con la madre y la niña en cuestión, viendo como tira por la borda su vida e incapaz de mantener firme a su hija ni a su propia vida, actuando como un ángel de la guarda protector.

La madre, una joven promesa llamada Bria Vinaite, desarrolla un personaje totalmente desarraigado y al límite mucho más convincente que la mojigata Ronan de Lady Bird con tanto bombo que están armando con esta película. aquí tenemos un cine personal y con denuncia social edulcorado a la sombra de un mundo rosa como es Disney con la inocencia de los niños como bálsamo de escape de una sociedad ahogada y fracasada.



En la música hay mucho rap y hip-hop aportando a la cinta un toque muy fresco y actual, como también lo es el tema de su abertura, el espectacular temazo de los 70, el Celebration de Kool and the Gang con la que os dejo en esta fiesta continua llena de drama coloreado y maquillado por una brillantisima fotografía de la Florida más suburbial y acartonada, que lo disfruten.



NOTA PERSONAL: 7,5 *** BUENA