Fue el
primer trabajo “serio” de De Niro en
el 2013 después de su magnífico regreso por todo lo alto, nominación incluida, con
su perfecto trabajo en la entrañable y alocada El Lado Bueno de las Cosas de Russell, que si no hubiese sido por el Dr. Schultz y su personajazo en la de Tarantino, de justicia sería que De
Niro recibiera su 3er Oscar, merecido.
Luego llegarían La Gran Revancha con otro peso
pesado Stallone, el pastiche La
Gran Boda junto a Diane Keaton, Plan en Las Vegas con Douglas, Freeman y Kline, Malavita de Besson con la Pfeiffer
y Tommy Lee Jones (todas bastante
olvidables) para rematar otra vez con Russell
y su “estafa” americana, donde si da
otro recital interpretativo pese a lo breve de su papel, es de lo mejor de la cinta junto a Amy Adams.
La
película es un tour de force entre él y Travolta,
independientemente de lo que nos cuente, ya que la historia es bastante floja y
previsible, en la que sin apenas planteárnoslo, sabremos quién saldrá vencedor ante
esta afrenta. Además verla en V.O.S. es todo un puntazo ya que Travolta con su ridículo y abetunado pelo,
da al personaje un especial acento serbio-americano ofreciendo un bochornoso
espectáculo, pero que sin duda es un aliciente más para comprobar el gran actor
que es De Niro, en plena forma y con
ganas de seguir dando guerra ya que con solo respirar nos da a todos una lección.
Su guión muy
regulero parece sacado de la animada
fabrica ACME para contarnos algo más serio, una venganza que arrastra desde la Guerra de los Balcanes de los 90 pero que no tiene mucho sentido, exagerándolo todo mucho aunque nos va a
dar igual ya que se pasa un buen rato viendo a estos dos como el perro y el gato. Eso si, una excelente fotografía paisajística
también ayuda a resaltar los aspectos más dramáticos a los que se enfrentan
estos dos únicos personajes.
Los
gestos de De Niro, a veces
sobreactuados, son marca de la casa pero ver tantos minutos a este monstruo en
pantalla es una gozada, lo de Travolta ya es secundario pero le aporta el
aspecto cómico que no debería de tener pero necesario para poder soportarla.
Podría decirse que se convierte en un placer culpable.
Si a esto
le sumamos el director no se si puede que sea un punto a favor o más bien en
contra ya que se trata del director del Daredevil de Affleck o del Motorista
Fantasma de Cage, un añadido de ironía más para verla. No esperéis un
peliculón porque no lo es, simplemente el disfrute de ver a estos dos dándose
por todos los lados independientemente del trasfondo de la historia y la pura
venganza.
Bueno y
si con esta no llego a convenceros, me siento en la obligación de recomendaros
otra de similar factura pero de más calidad, la australiana El Ultimo Cazador (2011) con WilliamDafoe y Sam Neil, magníficos planos naturales y
una trama que avanza poco a poco pero que sorprende y atrapa. Con un ritmo más pausado pero con una gran historia y unos personajes mejor definidos junto a grandes interpretaciones. Nota: 7,5 Buena.
En Rotten
tiene un penoso 11% con tan solo 2 buenas críticas frente a 17 y en IMDb
aprueba justita con un 5,4 pero pese a todo esto es una película que hay que
ver y luego ya opinar. Yo particularmente estoy más cerca
de IMDb y le doy un 5,5 casi 6 pero solo por ver al “Toro” en acción vale la pena.
RECOMENDACIÓN: Verla sin más pretensión que pasar un rato.