jueves, 21 de septiembre de 2017

DETROIT (2017)



Bigelow, para mi gusto, suele abusar de realismo disfrazado de formalismo en sus películas con una doble intencionalidad implícita que hace que te decantes hacia un lado u otro generalmente en cuestiones políticas y en especial la sociedad americana de la que ya todos de sobra es bien sabido de la doble moral que rige la vida americana y sus arcaicas en ocasiones maneras de pensar.

Pues bien, la ganadora del primer y único Oscar conseguido por una directora nos presenta lo que, para mi, podría ser su mejor film, narrando unos hechos tan sumamente nefastos que provocan en ti una indignación y animadversión hacia la raza blanca, concretamente hacia los policías implicados en tales hechos que por desgracia parecen repetirse décadas tras décadas sin que nada cambie, independientemente del presidente que los gobierne, siempre las injusticias son y estarán a la orden del día en esta sociedad que empuña su antorcha de la libertad al mismo tiempo que un arma.




Los hechos en cuestión ocurrieron en Detroit, como es obvio, en el estado de Michigan en 1967, en unos años bastante convulsos socialmente, comenzando con una redada policial en un club nocturno clandestino dando lugar a una serie de disturbios en toda la ciudad de lo más violentos por el simple hecho de pisotear los derechos de cualquier ser humano y de ser tratado con dignidad frente a otro igual. Pese a no conocer ni vivir estos sucesos su dinámica es sospechosamente familiar, demasiado, siguiendo los mismos pasos en las que unos policías abusas de uno negros empleando excesiva violencia y la comunidad negra se revela contra esta injusticia, cometiendo numerosos actos vandálicos ante su impotencia y rabia.




A partir de aquí se desencadena un despliegue inusual, convirtiendo a la ciudad de Detroit en una ciudad sitiada por el ejercito, la policía nacional y la del condado en teoría como defensa a estos ataques de escasa relevancia. Es ahí cuando se desata el odio y la cinta se convierte en una autentica película de terror. Si bien tiene un comienzo demasiado extenso en la documentalización de los hechos en mi opinión se le va de las manos pecando de un realismo que raya justo la linea del tedio y la pretensión al intentar combinar demasiada imagen real con la ficción, intentado hacer un sobre esfuerzo por conectar con la realidad que hace evadir al espectador en parte, al igual que el acelerado montaje y la cámara que se vuelven un tanto frenéticos y agotadores.

Solo cuando los fortuitos hechos en el Motel Algiers realmente empieza el verdadero film, tan asfixiante y claustrofóbico se vuelve el ambiente que hará que te sientas incomodo con lo que estas viendo, tanto es así, que al estar viendo una película siempre piensas en ficción y te vas metiendo en la trama para darte de golpe por momentos, cuando estos son extremadamente duros, tanto física como psíquicamente, que estos sucesos ocurrieron en realidad y te preguntas como es posible que esto pasara en realidad, una completa y absurda sin razón, alcanzando el film aquí su punto álgido, manteniendote totalmente absorto por aquello que esta contando, muy hábil ahí Bigelow.




El tercer acto ya se vuelve a como al principio relatando las consecuencias de lo sucedido a los protagonistas de aquella noche infernal perdiendo algo el ritmo y extendiendo algo que con unos simples minutos ponía haberse contado, ese es su principal error, la recreación que sobrepasa tanto la paciencia del espectador como la propia ambición de la directora. Algo así le sucedió ya en su anteriores films La Noche Más Oscura en el ataque a la casa de Bin Laden o en la oscarizada En Tiera Hostil.

De los actores destaca Boyega (Star Wars VII)encabeza el reparto en una contradictoria y serena interpretación pero es el joven actor Will Poulter (El Renacidoquien consigue helarnos la sangre con su impactante composición de policía racista que logrará amedentrar a los jóvenes que se divertían en una de las habitaciones del motel en cuestión.



La BSO es otra maravilla con temas de Marvin Gaye, Martha Revees & The Vandellas o The Dramatics, siendo uno de sus miembros protagonista de estos eventos, completándola el conocido James Newton Howard habitual del director hindú Shyamalan y de composiciones nominadas al Oscar como El Fugitivo o El Príncipe de las Mareas, aportando al relato un sentido dramático y desesperante perfecto.


NOTA PERSONAL: 8 **** NOTABLE