Pues otra decepción más, la segunda, siendo una de las películas del año para muchos, ganadora de grandes premios de la crítica y mencionada en todos los Tops del año, a mi me dejó frió y más que frió, distancia, distancia por el tema que trata y como lo afronta, el sentimiento de culpa del protagonista tan presente y cruelmente retratado duele y demasiado tanto que solo me produce rechazo, creándome un mal cuerpo en ocasiones gratuito y manipulador, amarillista diría que no va más allá que del reconocimiento actoral ya que es la principal baza de este film puesto que la dirección y guión del tibio Kenneth Lonergan (Margaret, Puedes Contar Conmigo), con tan solo dos películas desde el año 2000, no sigue un curso ni lógico ni satisfactorio porque el burdo empleo de una técnica básica como el flashback está empleado tan torpemente que es difícil diferenciar la linea temporal de los hechos, provocando el desinterés inmediato sobre los personajes que si bien son muy atractivos poco le favorece este recurso narrativo ya que se las da de moderno e indie y lo único que hace es despistar.
Su labor no solo queda ahí, sino que además utiliza de manera bastante lacrimógena dos momentos terribles que si bien salvan un poco el interés por la cinta están utilizados de forma tan descarnada e hiriente que resulta devastador en una dramática cámara lenta que acentúa todavía más estos aspectos y por si fuera poco por detrás sonando el adagio más triste y a la vez bello que existe para enfatizar más si cabe llegando a saturar en mi opinión, si bien es el momento álgido de la cinta. Todo esto estaría muy bien si no estuviera metido con calzador en una simplona historia de un perdedor que al principio resulta simpático y termina por ser bastante repulsivo, su carácter sobretodo y manera de afrontar este drama y le añadimos la anodina e insulsa relación con su sobrino en situaciones más que tediosamente aburridas pues todavía la pereza resulta mayor e irritante.
¿Que hay de bueno en ella? Pues los actores muy bien llevados y sacando gran partido salvo una pequeña gran excepción y es el joven y debutante Lucas Hedges (Labor Day) que sorprendentemente para mi consiguió nominación como secundario en estos Oscar dejando en el camino interpretaciones mucho mejores como la de Hugh Grant en Florence Foster Jenkins o el mismo ganador del Globo de Oro Aaron Taylor-Johnson (Animales Nocturnos) incluso el Kevin Costner de Figuras Ocultas está mucho mejor, supongo que serán gustos, pero su anodina juventud la hace tan aséptica que no resalta y la relación entre ambos es tan tonta que no suscita ningún interés por mi parte.
Así que me irrita que la cinta se pase un buen rato yendo y viniendo, distrayendonos con la sosa relación de ellos dos para asestarte luego dos golpes de los buenos de manera tramposa y sin previo aviso. No, no va conmigo ese sentimiento de culpa y de perdedores, quizás algún día lo fui por eso no quiero ver esa lucha en el lodo de una vida arruinada y acabada, plana, gris y sin luz, ya hay cosas más deprimentes en el día a día como para reconfortarte con esto, no señores, no. Justo la antítesis de lo que trasmite la película del año La La Land, que pese a no ser triunfante es por lo menos mucho más alentador y gratificante su visionado.
Pasemos pues a los pesos pesados del film, Casey Affleck, tremendo como siempre, posiblemente sea adoptado ya que su hermano mayor Ben poco sacó de él, es un actor siempre mayúsculo y no hay duda, Adiós Pequeña y El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford ahí lo demuestran y que a punto estuvo de conseguir la nominación por ambas hasta que por fin la consiguió aquí con un papel tremendamente natural, llevado con maestría y sencillez para a la vez asestandote un duro golpe en la cara. Su impasividad y pasotismo lo resuelve de una manera sutil y poco forzada siendo una de las actuaciones del año y que podría valerle el ansiado Oscar, quizás por la pena que causa pero me gustaría ver a Gosling recompensado, que si no está soberbio, es un papel más agradecido y premiable ya que el efecto arrastre de la cinta pueda darle como ganador, aun así está difícil este año la categoría masculina.
Turno de ella, Michelle Williams (Brokeback Mountain, Shutter Island, Blue Valentine, Mi Semana con Marilyn) entre las que acumula 3 nominaciones a los Oscar, podría y debería ser su año, el problema es que está Viola Davis que por estrategias de estudio la pasaron a esta categoría secundaria para asegurarse el triunfo y esperado galardón para la actriz, sino debería ser la ganadora natural, su fragilidad y melancolía te rompen el corazón, empatizando con ella al segundo y dando un breve pero enorme recital interpretativo digno de mención.
Por lo demás, poco que añadir solo que será la película de muchos por ese rollo indie que tanto gusta de perdedores arrepentidos arrastrándose por las calles cual lánguidos fantasmas pero que no es mi cine. Y para terminar algo mejor de lo que he empezado pues acabemos con música que siempre amansa a las fieras y que después de esto alguna que otra habré ganado. Su BSO está llena de temas que van desde el Country al Jazz o al Doo Wop más puro o la música clásica más universal. Aquí os dejo con un tema Country más ligerito y el Adaggio que es una obra maestra musical sin parangón.
NOTA PERSONAL: 5,5 ** PASABLE
