Cansina, agotadora, desesperante, trasnochada, simplona, grandilocuente, alargada en exceso, cero original, cero emotividad y cero química entre ellos o lo que es lo mismo, destrozar un clásico de Hollywood solo por el ego de dos artistas, uno actor y ahora pésimo director y la otra, reconocida cantante sobrada de voz que necesita un nuevo baño de masas y reconocimiento interpretativo innecesario, siendo lo mejor o lo único bueno, las canciones y su labor como cantante, pero para eso chica, haz un disco y disfrutaremos de lo mismo ahorrándonos a los que entendemos algo de Cine de tu presencia tanto en pantalla grande como en la pequeña, véase el Globo de Oro conseguido previo pago por la serie AHS: Hotel, que lo de acumular premios en estanterías para quitarles el polvo está ya muy pasado, vuelve a la música que es para lo que has nacido, no para estrella de cine, bonita.
Hablemos ahora de él, ya que se mira tanto el ombligo y su ego que medio tapado aparece por todos los poros de su piel de una forma exacerbada, sumergiéndonos en una orgía de planos con aura de divinidad gratuitos, pareciendo más un amateur que un verdadero director. No sabe llevar una historia universal que ya llegó al cine en 1937 de la mano de William A. Wellman, un especialista tanto en artisteo y music hall como de obras épicas que conocía muy bien el negocio y la industria, para luego retomarla años después, en 1954 el maestro George Cukor (My Fair Lady), experto director de grandes actrices que dirigió de manera excepcional a Judy Garland, en el remake cumbre, mejorando el original, para por último aterrizar dicha historia ya trillada en los 70 con una superstar de la época que sigue siéndolo pese a su retiro voluntario y que de cine sabia algo más, Barbra Streisand (Yentl, Funny Girl, Hello Dolly) junto al actor y cantante de country Kris Kristofferson, en el 76, dejándola en algo anecdótico y brillando solo su parte musical, no en vano ganó el Oscar a mejor canción arrebatándoselo a Rocky que se popularizo mucho más, el "Gonna Fly Now" de Bill Conti, pero es que la Streisand era mucho Streisand...
Pues bien, si quieres ahora llevarla otra vez al cine con el maestro Eastwood como padrino, ya que rechazó el proyecto para pasárselo a su amigo francotirador Bradley Cooper, por su ultima película juntos, ¡chico!, cúrratelo un poquito más y no nos des videoclips continuos para contar una historia ya sabida de altos y bajos en la industria musical y lo que acarrea la fama con sus adicciones incluidas, alcoholismo en este caso, durante 2 eternas horas, que a la media hora ya aparece el hastío pero es que a la 1ª hora llega la desesperación, ni intimista ni aleccionadora, ni ha descubierto América el señor Cooper en su opera prima como director.
Lo peor de todo es que esta película es la 2ª mejor del año solo rebasada por la, esperemos mejor y emotiva, cinta de Cuarón, Roma, pero si esto es lo segundo mejor apañados vamos este año, ojalá sea un bluff y no otra pagada bajo mano a los críticos que ya se venden por lo que sea, desprestigiando cada vez más una ceremonia única e icónica en el mundo que está llegando a ser un circo de 4ª, lleno de sponsors y patrocinadores en la sombra que quitan toda la magia y esplendor que tuvieron los Oscars.
Interpretativamente, comenzaré por él que es el actor, empieza bastante bien, como él sabe hacer, creyéndose el personaje pero termina siendo tan de manual, véase el Oscar conseguido por el si creíble y mejor actor Jeff Bridges en Corazón Rebelde, que cuenta una similar historia pero más convincente y emotiva, estando seguro que se pasó 3 meses frente al espejo calcando la actuación del señor Bridges porque acaba siendo tan dejada y arrastrada que no resulta creíble, es como si un cantante fuera a un karaoke, todo muy de novato.
Y ahora tendré que hablar de ella, pero hablaré solo técnicamente por su calidad como cantante porque de lo otro brilla por su ausencia, sus caras imposibles, gestos raros y cambios de look continuos que ya dejó patentes en la nombrada anteriormente AHS: Hotel, siendo aquello algo barroco y de terror no le salió tan mal después de 8 capítulos claro, pero aquí solo tenemos 2h que se vuelven toda una tortura china, ella en su mundo de estrella pop está encantada de conocerse pero el resto no, así que como cantante tiene una potencia que demuestra de sobra en la cinta y que realmente transmite el sentimiento necesario, pero veo a Gaga no veo a Ally, y si eso lo aplicara a la interpretación seria la bomba, pero no, eso no ocurre.
Lástima que esto entre en la terna final de mejores películas del año y un biopic musical como el de Freddie Mercury como es Bohemian Rhapsody (disponible en el blog) pueda quedarse fuera de las nominaciones, porque ahí si hay emoción, ahí si hay musical y ahí si consigue mover al público, cuando esta lo único que hace es remover todo lo peor que hay dentro de uno.
Así que para terminar os voy a ahorrar también el bochornoso homenaje que hace a La Mome, Edith Piaf, la mejor cantante de la historia que ha habido, en su afán de grandilocuencia que hace de "La Vie en Rose" y os dejaré solo con una canción de Cooper que como cantante tendría futuro, a Etta James con su clásico "At Last" para saber lo que es una diva de la canción y con lo único bueno de la cinta que consigue emocionar, el duo entre ellos dos y que seguramente conseguirá el Oscar a mejor canción este año, espero que solo sea ese. Conclusión: Se me ha caido una estrella...pero no en mi jardín, afortunadamente.
NOTA PERSONAL: 2* MALA
