miércoles, 4 de enero de 2017

PASSENGERS (2016)















Su planteamiento es original y su estética perfecta, recordando mucho a las icónicas del género de ciencia ficción como 2001: Una Odisea del Espacio o Gravity en clave del Naufrago de Zemeckis y Hanks en versión espacial. La cinta tiene un comienzo muy intrigante con su protagonista Chris Pratt (Guardianes de la Galaxia) que despierta del letargo de un largo viaje de hibernación por error y antes de tiempo, a partir de ahí la clave del misterio juega su mejor baza hasta que aparece de manera poco fortuita su otra protagonista, Jennifer Lawrence posíblemente en su peor papel hasta ahora y eso que soy de los pocos o muchos que la defienden, siendo una de las actrices mas estimulantes del panorama actual, cuando quiere, que es la mayoría de veces pero que aquí el director de la magnífica The Imitation Game no ha conseguido sacarle lo que por ejemplo sacó a otra belleza como la de Keira Knightley, mostrandonos todo un catalogo de gestos y muecas raras totalmente histriónicos y sobreactuados, dejando a Pratt como lo mejor de la cinta junto al impasible y poco expresivo robot.




A partir de aquí, es cuando la cinta empieza a decaer con la historia de amor entre ambos demasiado pastelona y edulcorada, olvidando por completo la trama de tensión a la que se enfrentan. Finalmente vuelve a coger el pulso tras una serie de circunstancias bastante obvias y previsibles pero sigue debatiéndose entre la historia de supervivencia y la romantica siendo ambas algo contraproducentes.

La aparición de un tercer personaje no refuerza para nada la trama dejándola en tan secundaria e indispensable que no reviste transcendencia alguna ya que resulta algo pegote y mala ejecución de montaje puesto que no le da apenas recorrido. Finalmente intenta emular a otra de las grandes cintas de ciencia ficción marcándose un particular Gravity lejos de cualquier credibilidad y cero realismo, pese a ser una cinta de ficción cae en los tópicos fantasiosos y juveniles incrementados por la excesiva carga romántica de la historia que finalmente resulta hasta tierna y graciosa.





Tanto la música como la factura visual son correctísimas, siendo casi lo más atractivo. Su BSO viene de la mano de un especialista Thomas Newman, toda una institución ya que es hijo, hermano, sobrino y primo de compositores. Hijo del legendario Alfred Newman con 45 candidaturas a los Oscars, solo por detrás del maestro Williams, su hermano David (Ice Age), su tío Lionel (Hello Dolly!) o el más conocido primo Randy Newman, compositor de la famosa canción "Hay un amigo en mi" (Toy Story) y un sin fin más. Conocido por su excelente BSO para American Beauty (1999) o la más reciente y última nominación para la película de Spielberg, sustituyendo a Williams en El Puente de los Espías. Me recuerda en parte algo a la también maravilla espacial de Pixar Wall-E compuesta por él, en especial este tema...


NOTA PERSONAL: 5,5 ** PASABLE