sábado, 21 de enero de 2017

LOVING (2016)















Loving habla sobre el AMOR y no podía ser más casual el apellido de los protagonistas, el matrimonio Loving que afronta toda adversidad con su mejor arma, su amor eterno y poderoso capaz de superar mil y un obstáculos sin perder esa unión entre ellos, con las dudas normales y temores pero tratados de forma tan sutil que solo podemos ver una elegancia en la sumisión de estas dos personas, cada uno de una raza, que decidieron unir sus almas y amarse sin condición ni barrera alguna, aunque la sociedad de la época, la americana de 1958, les pondría a prueba sin dejarles aliento alguno.

El director encargado de relatar estos hechos reales es Jeff Nichols que ya estrenó este año una de las mejores cintas del año para mi, un relato fantástico muy cercano al primigenio SpielbergMidnight Special, también del mismo protagonista que esta pero allí con un papel más secundario y que dejó maravillado a muchos pese a estar ya olvidada en los premios. No es casual que el nombre del Rey Midas sobrevuele aquí también, ya que su manera de narrar es muy parecida, un corte clásico y sobrio que recuerda algo a El Color Púrpura pero quitado de todo efectismo y contado de manera más neutra pero contundente, cosa que todavía nos duele más.

















La tranquilidad con que se presentan los hechos hace que este drama se te clave dentro, evitando todo tópico del gçenero sobre racismo, nos ofrece una nueva visión, nada fácil, convirtiéndose en un drama sobre la humillación, el sometimiento y la deshumanización de las personas en un entorno muy hostil durante unos momentos convulsos en plena situación contra el racismo, donde Martin Luther King encabezó la famosa manifestación junto a millones de personas en el monumento Lincoln en Washington.

Los protagonistas, en estado de gracia, consiguen unas introspectivas actuaciones, en especial Ruth Neggan, soberbias sus miradas y su frustrante resignación consiguiendo finalmente salir triunfante de esta batalla gracias a su perseverancia e intuición femenina. Tenia mis dudas en un principio con ella, siendo la que más lejos veía de una nominación y aunque los SAG (Sindicato de Actores) la dejó fuera en favor de la chica del tren, Emily Blunt, creo que podría estar entre las 5 mejores de este año gracias al apoyo afroamericano y a la doble moral americana, siendo el año pasado la polémica de los #oscarsowhite, la presencia de color será unánime en las 4 categorías interpretativas de este año. Soberbia es su actuación pero también lo es la de su pareja el australiano Joel Edgerton que ofrece un catalogo de estremecedores silencios y expresiones, quizás muy planas pero que encierran una gran humanidad aunque se simpatice más con ella ya que su pasividad llega a producir rabia en el espectador al no revelarse e ir en contra de lo establecido en boga del amor tan fuerte que sienten un blanco medio cherokee y una negra mestiza en el condado de Columbia durante la década de los 60´s.














La cinta también se convierte en drama judicial en la segunda parte ya que un abogado, gracias a una foto para Time que les hace un Michael Shannon, habitual en la filmo de Nichols, en un papel corto, consigue que un abogado blanco del estado de Virginia se interese por el caso y haciendose notar entre tanto racismo y desprecio de sus habitantes, focalizado en especial con esta pareja. 

Pero lo que engrandece a la cinta es su sutilidad en contar algo tan crudo sin aspavientos típicos ni sensacionalismos baratos. Nichols esta convirtiéndose en un director a tener en cuenta muy formal cada vez más clásico pero sin perder ese aire independiente llegando a más público, aunque quizás enemistando a los más eruditos y modernos.

Despidásmonos con música y buena en este caso el tema homónimo "Loving" compuesto por el músico David Wingo habitual en los films de Nichols: Take Shelter (2011), Mud (2012) y Midnight Special (2016). Bonita y muy country aparece en los títulos de crédito finales muy especiales, para no perdérselos.




NOTA PERSONAL: 7,5 *** BUENA