jueves, 17 de mayo de 2018

LAS ESTRELLAS DE CINE NO MUEREN EN LIVERPOOL (2017)


Curioso y significativo título que nos llega demasiado tarde pero que es una delicia para los amantes del cine clásico ya que cuenta los últimos días de una estrella del star system de la época, ganadora de un Oscar como secundaria en la obra maestra de Minnelli Cautivos del Mal de 1952 y que nunca olvidaremos por su enigmática belleza y forma de actuar siempre encarnando a femme fatale del cine, la maravillosa Gloria Grahame.

La historia se desarrolla entre 1979 y 1981 en la ciudad de Liverpool y Londres, donde ella acude para una audición para una obra de teatro y allí conocerá a un joven actor, Peter Turner, de 28 años iniciando un sonado romance con él casi 30 años mayor. Basada en el libro del propio actor que hace un pequeño cameo en la cinta, nos cuenta una historia tierna y romántica, nada pastelona, y fascinante por ese morbo de ver a las grandes estrellas en bata de estar por casa y en las distancias cortas pero sobretodo el merito aquí lo tiene Anette Bening (Los Timadores) que ofrece una espectacular interpretación de la gran estrella copiando a la perfección su voz tímida y seductora, que físicamente, sobretodo por el peinado característico de ambas actrices, se asemejan.




El joven actor es el niño de Billy Elliot, Jamie Bell, ya crecido y que consigue aguantar el tipo ante uno de los mejores papeles de la Bening desde American Beauty, la química entre ambos es perfecta y el relato resulta de lo más curioso y encantador ya que al enterarse de un desvanecimiento de la actriz unos años después de dejar la relación y que iremos conociendo a través de pequeños saltos en el tiempo de manera muy original narrado, el joven actor la lleva a la casa materna en Liverpool donde convivirá sus últimos días con toda la familia, en especial con la madre otra gran actriz como es Julie Walters (Brooklyn), encarnando a esa comprensiva y responsable madre. También aparece la gran actriz inglesa Vanessa Redgrave (Expiación) como la madre de la actriz en una breve y poderosa escena.




La actriz acabó su exitosa carrera por culpa de un escándalo ya que su segundo esposo fue el director de Rebeldes Sin Causa, Nicholas Ray, con el que tuvo varios hijos pero llegaría a mantener un romance también muy sonado con el hijastro de temprana edad y que eso se resentiría en su carrera debido a lo escabroso en aquella época del affaire.

Diagnosticada de cáncer de mama hacía un  tiempo y que por esa vanidad de las estrellas no se trató como debía, volviendo a recaer agotando la llama de esta esplendida actriz con 57 años y que el director inglés Paul McGuigan (El Caso Slevin) hace de manera magistral con un emotivo y poético final a modo de homenaje en lo que fue el último día de la actriz y que hace referencia al título con el que hemos empezado esta reseña, el propio hijastro se la llevará en un avión donde a pocas horas de llegar al hospital moriría el mito y la actriz en octubre de 1981.





El final a modo de despedida es lo que redondea esta singular película que ha pasado desapercibida en premios pero que debió de estar presente siendo una de las agradables sorpresas de este año, quizás la Marilyn de Williams le hace un flaco favor ya que muchos la comparan, para mi gusto, mucho mejor esta y más dentro de un cine independiente, alejada del encartonamiento de las grandes producciones como lo es Mi Semana con Marilyn.

Bening no fue ni considerada como mejor actriz en los Oscars, cuando era la que más sonaba al principio, solo apareció al final de la carrera y al ser un film inglés se coló entre las candidatas en los BAFTAs pero es una lastima haber olvidado esta magna interpretación que nos ofrece una de las actrices más versátiles de los últimos años y que como muchas otras como Close, Pfeiffer o Weaver que todavía no tienen ese Oscar y que ya merecían por anteriores trabajos pero el gran reconocimiento de momento les llega con su excelso trabajo, esperando tengan más papeles de este tipo y puedan darnos alegrías a aquellos que disfrutamos de este tipo de actuaciones tan redondas.




La Banda Sonora es otro agradable punto a favor con temas de finales de los 70 y principios de los 80, esos homenajes a Fiebre del Sabado Noche o la mismísima Alien que se estrenaban en 1979 cuando se desarrolla la acción, pero resaltaré la melodía que cada mañana escuchaba la gran Grahame con ese ritual propio de las actrices de su época donde ellas mismas y que ya pudimos ver en la magnifica miniserie Feud (disponible en el blog), cuya composición del personaje no consistía solo con el aprendizaje del texto sino también del mismo maquillaje y fisonomía del personaje, sonando en un cassette de la época la bella melodía de Sir Elthon John y que abre y casi cierra la cinta, llena de nostalgia y con ese sabor a tiempo ya pasado y caduco.

Os dejo con ese tema y otro que pudo colarse a Mejor Canción este año compuesta por Elvis Costello y que suena en los títulos de crédito finales.



NOTA PERSONAL: 8 **** NOTABLE