martes, 30 de octubre de 2018

LA BUENA ESPOSA (2018)




The Wife hubiera pasado desapercibida siendo una interesante historia la que cuenta pero se pone en primera linea tras la expectación creada al ser su protagonista, la gran Glenn Close, firme candidata a recibir, de una vez por todas, la dorada estatuilla tras 6 nominaciones, 3 principales y 3 secundarias, injustamente sin haberla recibido teniendo 2 Globos de Oro, uno de ellos por la serie Damages, 3 Emmys, dos por la misma serie, 1 SAG y 3 Tonys.




No hay duda de lo gran actriz que es y de la galería de personajes que ha aportado a la Historia del Cine desde la venenosa Marquesa de Las Amistades Peligrosas a la loca desquiciada hierveconejos Alex de la Atracción Fatal con Michael Douglas o su último trabajo nominado en 2012, Albert Nobbs, una espectacular transformación andrógina que ya debería haberle valido su primer Oscar pero siempre le persiguió la sombra de otra de las más grandes actrices de nuestro tiempo, la Streep, que ese mismo año competía y recibiría su 3er Oscar por La Dama de Hierro.

Aun así, su sombra como digo le siguió igualmente, ya que era comparada con ella quedando siempre de segundona o la versión light de la propia Streep, craso error para los que lo piensen, ya que su ductilidad y versatilidad tanto en muecas como en aguantar miradas junto a unos elegantes e incisivos diálogos la hacen estar en el Olimpo de las Actrices de los 80, que ya maduras, no encuentran su sitio en esta nueva industria plagada de superhéroes y blockbusters que lo revientan todo, literalmente.



Pues bien, esta sencilla película que cuenta como una silenciosa y educada esposa de un recién premio Nobel de Literatura irá descubriendo de a poco cosas que ella misma había olvidado en su pasado, cuando era una joven escritora y comenzó un romance con el que sería el hombre de su vida y que a modo de flashbacks nos irán privando de la excelsa interpretación de la Close por momentos, pero descubriremos pequeños secretos que actuarán como bombas de racimo, activándose en la recta final del film de manera sibilina para explotarnos en toda la cara.




La historia es sencilla y simple y su dirección lo mismo, no hace demasiado ruido, pero irá dejando una huella imposible de olvidar y todo ello gracias a la brutalidad interpretativa de Glenn Close. Sus caras, un poema; su contención, una delicia; sus ojos, una ventana abierta de par en par y su estilo, una clase de elegancia que no abandona en una sola secuencia. Me recordó, salvando las distancias, al Oscar de Gregory Peck en Matar a un Ruiseñor que se pone siempre como ejemplo de una interpretación silenciosa y poco vistosa pero que es tan sincera y real que puedes palparla. Sin duda lo mejor del film es eso, su honestidad y transparencia que alardea una divina Glenn Close distinta y sorprendente jamas vista hasta ahora.




Acompaña el protagonismo de esta Buena Esposa, Johnathan Pryce (Evita), el marido premiado, y que posiblemente acapare mucho más la atención por su vehemente papel y protagonismo pero eso engrandece todavía más la gran actuación de su partenaire. Secundan a esta pareja madura en la ciudad de Estocolmo donde recibirá ese importantísimo galardón, Christian Slater (Entrevista con el Vampiro), rescatado y en el papel de periodista seguidor del escritor, pieza clave en este entramado calmoso pero exultante a la vez, y el hijo de ambos, Max Irons, hijo de su padre, Jeremy, y protagonista de la serie actualmente en emisión Condor (disponible en el blog), que cumple con su cometido de hijo de famoso a la sombra y con poco talento, pese a sus esfuerzos, siendo la frustración personificada.

Sin más, os dejo con su trailer y con la recomendación de que hay que verla para admirar a toda una diosa de la actuación que esperemos por fin sea reconocida como tal, coronando la gran carrera de esta eterna actriz. Llegó su momento.



NOTA PERSONAL: 7 *** BUENA

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